Londres - Diputados de los principales partidos británicos defendieron ayer martes recuperar una versión del acuerdo con la Unión Europea (UE) al que llegó la ex primera ministra Theresa May para tratar de materializar el brexit en la fecha prevista por ahora, el 31 de octubre. Representantes del Partido Laborista, el Partido Conservador y el Liberal Demócrata presentaron ayer un grupo de trabajo bautizado como Diputados por un acuerdo, cuyo objetivo es presionar para que se ratifique un pacto antes de que el Gobierno se vea obligado por ley a solicitar una nueva prórroga a Bruselas.

Los parlamentarios proponen replantear ciertos aspectos del pacto de May, rechazado en tres ocasiones por el Parlamento a principios de este año, para volverlo a someter a votación.

Aseguran que cerca de medio centenar de diputados de la oposición han mostrado interés en el plan, lo que alimenta sus esperanzas de alcanzar una mayoría en la Cámara de los Comunes.

El proyecto ha salido a la superficie una vez ha entrado en vigor la ley que prevé extender el plazo de salida de la UE si para el 19 de octubre no se ha ratificado un acuerdo.

Los estudios de opinión muestran que una parte de los votantes británicos quiere que la salida de la UE se ejecute cuanto antes, por lo que tanto conservadores como laboristas temen que un nuevo retraso les pase factura en unas elecciones.

El primer ministro británico, el tory Boris Johnson, continúa intentando arrancar nuevas concesiones a la UE, pero los socios comunitarios restantes han rechazado por ahora su principal exigencia, suprimir la cláusula para evitar una frontera en Irlanda del Norte. “Estamos trabajando muy duro para lograr un acuerdo. Creo que lo lograremos”, insistió ayer el jefe de Gobierno.

Entre algunos diputados, sin embargo, hay escasas esperanzas de que Johnson alcance un pacto sustancialmente distinto al de May, por lo que vuelven a poner sobre la mesa la última propuesta que presentó su predecesora antes de verse obligada a dimitir por falta de apoyo. Esa última versión del acuerdo del brexit, que no se llegó a votar en el Parlamento, incluía algunas modificaciones impulsadas por la oposición laborista, como mayores protecciones para los trabajadores y la posibilidad de someter las condiciones de salida a un referéndum de confirmación. “Lo que tenemos aquí son las bases perfectas para un acuerdo pragmático que, según creemos, puede lograr una mayoría en el Parlamento y comenzar a unificar a este país, profundamente dividido”, dijo el laborista Stephen Kinnock, uno de los impulsores del grupo en favor del acuerdo.