Bruselas - Mucho se ha hablado del caos que supondría un brexit a las bravas. Pero a lo largo de esta semana, este escenario ha tomado forma con la publicación del informe Operación Yellowhammer, el documento del Gobierno británico que recoge los planes de contingencia ante una salida no pactada con la Unión Europea (UE).

Boris Johnson, primer ministro británico, se ha visto obligado a hacerlo público después de que los diputados del parlamento de Westminster aprobasen una resolución en la cámara con este cometido.

El documento, fechado el 2 de agosto, detalla el impacto inmediato que tendría para la economía y la sociedad británica un brexit duro, sin acuerdo. El transporte a ambos lados del canal de La Mancha se vería reducido entre un 40 y un 60% desde el primer día resultando en el deterioro de la cadena de abastecimiento y reduciendo así el suministro de víveres como alimentos frescos o medicinas. No se pronostica, eso sí, “una escasez generalizada en todo el Reino Unido”.

Ateniendo a la ley de la oferta y la demanda, la disminución de productos de primera necesidad resultaría en un aumento de los precios teniendo un impacto directo en los “grupos más vulnerables”.

La tensión social podría trasladarse a las calles en forma de manifestaciones y protestas por todo el país, anticipa el escrito.

Aunque no se prevén cortes de electricidad, Londres sí vislumbra un aumento de los precios, que podría agravarse con la marcha de varias empresas. Los controles volverían a la tensa frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte y el peñón de Gibraltar viviría colas kilométricas en el paso fronterizo con España.

La salida abrupta afectaría también a la seguridad de la isla, que dejaría de compartir información con el resto de Estados miembros. La sexta economía del mundo vería aumentar la inflación y su paro podría multiplicarse por dos. Las empresas se marcharían y el mercado negro aumentaría, recoge el texto.

Ante la revelación de este panorama sombrío, el Ejecutivo británico se ha defendido alegando que contempla los peores escenarios, que no tienen por qué ser los que finalmente ocurrirán. Apunta, además, que está actualizando los planes de contingencia dotándolos con más presupuesto para dirimir el impacto.

Documento “desfasado” En cualquier caso, Johnson cierra su semana horribilis. En los últimos días ha encajado siete derrotas. La semana comenzó con el Parlamento británico arrebatándole el control del brexit a través de una legislación que impide a Downing Street salirse de la UE sin acuerdo. La cierra con una sentencia del Alto Tribunal de Escocia tachando de ilegal el cierre de cinco semanas de Westminster, que impulsó para reducir las posibilidades de la cámara de evitar este brexit caótico. El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, asegura que la colonia británica “sobrevivirá” a un brexit y que su ejecutivo tiene ya preparadas soluciones a los problemas que una posible ruptura “abrupta” de la UE puede provocar en el Peñón.

En rueda de prensa tras una reunión del viernes con el alcalde de La Línea de La Concepción, Juan Franco, Picardo destacaba que no cree que pueda llegarse a la dramática situación que describe el informe Yellowhammer que apunta a graves problemas de abastecimiento de comida y medicinas en la colonia y retenciones de horas en la verja.

A entender de Picardo este informe está “desfasado” pero que ya “se ha actualizado”, aunque aun no ha sido publicado.

El nuevo informe “no va a ser de ninguna manera tan dramático” en sus suposiciones sobre las consecuencias que tendrá para Gibraltar un brexit duro porque la colonia ya ha preparado medidas para “lidiar” con una salida sin acuerdo. Ello “no quiere decir que el brexit duro sea una cosa fácil y que tenemos ganas de que llegue. Es malo para todos”, opina.

Por otro referéndum. Cientos de personas participaron este sábado en un acto en Belfast (Irlanda del Norte) para reclamar un segundo referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea convocados por el grupo “Voto del pueblo”.