PAMPLONA. El Tribunal Supremo ha avalado por unanimidad el plan del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar los restos del genocida Francisco Franco para reinhumarlos en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio en contra del deseo de la familia de hacerlo en la cripta de la Catedral de la Almudena.

Fuentes jurídicas han avanzado la decisión de la Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso Administrativo que ha desestimado en su totalidad el recurso de los nietos del dictador contra el acuerdo del Consejo de Ministros del 15 de marzo que fijaba para el 10 de junio la exhumación. El contenido de la sentencia se dará a conocer en los próximos días.

Al rechazar el recurso de los nietos del dictador que solo aceptaban reinhumar los restos de Franco en la cripta de la catedral de la Almudena, el Supremo respalda así al Ejecutivo, que acordó volver a enterrar los restos en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio al aducir cuestiones de seguridad.

Por su parte, los Franco nunca dieron otra alternativa a la cripta de la catedral madrileña, donde su hija, Carmen Franco, compró en 1987 una sepultura a perpetuidad con espacio para varios cuerpos.

El fallo coincide el mismo día con la disolución de las Cortes y el decreto de convocatoria de elecciones, es decir, que en plena precampaña para las elecciones generales del 10 de noviembre, el Supremo da luz verde a uno de los proyectos estrella de Sánchez.

Ahora bien, la exhumación de Franco enfrenta un último escollo judicial a corto plazo en la figura del titular del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de Madrid, José Yusty Basterreche, que suspendió provisionalmente la licencia de obras del Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial para levantar la losa de de la tumba de Francisco Franco en el basílica de Cuelgamuros.

Yusty, a quien la Abogacía del Estado trató de recusar sin éxito hace meses por publicar en 2007 un articulo contra la Ley de Memoria Histórica, atendió en febrero la medida cautelarísima que solicitaba un particular en una demanda contra el informe municipal del Ayuntamiento por considerar que levantar la losa de 2.000 kilos de peso puede poner en peligro a los operarios.

Fuentes jurídicas consultadas por Efe informan que la posición del Supremo no condiciona el devenir del caso del juez Yusty y que, incluso, la ejecución del fallo del alto tribunal está supeditado al procedimiento que se tramita en este juzgado. Por el momento, Yusty aun no ha fijado vista de la medidas cautelares, cuyo fallo sí que es recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Al no haberse facilitado la sentencia del Supremo, se desconoce si los magistrados harán alguna referencia en su contenido al procedimiento de El Escorial, el último freno para ejecutar la exhumación.

Todo ello sin contar con que el abogado de la familia ya ha anunciado que recurrirá al Tribunal Constitucional por el veto a enterrar a Franco en La Almudena, si bien esto no implica retrasar la ejecución de la sentencia del Supremo.

Y si el tribunal de garantías avala al Supremo, su última vía será acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Lo que también queda pendiente por resolver son los recursos planteados por la comunidad benedictina del Valle, la Fundación Francisco Franco y la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos.

La Sala los dejó para más adelante ya que el presentado por los nietos del dictador era el más complejo y el único que abordaba la reinhumación, porque estos tres solo se centran en no desenterrar los restos de Franco. No obstante, su desenlace estará marcado por la decisión de hoy y previsiblemente serán rechazados.

MINGORRUBIO La cripta del cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), construida para panteón de la familia del dictador, tiene una sepultura con su nombre que lleva lustros vacía.

Su sepulcro está en el sótano de la cripta, con capacidad para una decena de sepulturas, una de las cuales tiene inscrito desde hace muchos años el nombre de Francisco Franco, según explicó en una entrevista con Efe Gabino Abánades, director de los servicios funerarios de Madrid durante dieciocho años y el hombre que dirigió el enterramiento de Franco en el valle de Cuelgamuros.

En Mingorrubio sólo descansan los restos de la esposa de Franco, Carmen Polo Martínez-Valdés, desde 1988.

Según Abánades, una de las pocas personas ajenas a la familia Franco que ha podido pisar la cripta, cuenta que su interior es "austero", sin rastro de símbolos franquistas ("no hay águilas ni yugos ni flechas"); solo hay en el techo la expresión 'Yo soy el Alfa y la Omega' que aparece en la Biblia.

El camposanto, situado sobre terrenos de Patrimonio Nacional cedidos a la empresa municipal de servicios funerarios, fue un regalo del alcalde Carlos Arias Navarro a Francisco Franco y su familia en los años 60 del siglo XX.

Al cementerio, que gestiona el Ayuntamiento de Madrid, se llega por una carretera angosta que tras dejar a una lado un complejo deportivo, La Zarzuela -residencia de los Reyes- y la colonia militar de Mingorrubio, construida para alojar a los miembros de la escolta de Franco, acaba en un una rotonda con un pino de grandes dimensiones.

Nada más entrar al camposanto, a mano izquierda, se erige una edificación de granito con apariencia de chalé y techo de pizarra. Solo dos campanas coronadas por sendas cruces y unas vidrieras protegidas por una reja de hierro forjado delatan que no se trata de un caserón.

En el exterior de la cripta nada indica que allí esté enterrada Carmen Polo, ni que haya una tumba "gemela", según Abánades, del dictador.

La cripta fue construida en 1969 debido a "circunstancias imprevisibles y de urgencia", de acuerdo con el expediente del pequeño mausoleo que guarda el Archivo de la Villa, y decorada por Santiago Padrós.

La cristalera de la puerta deja entrever una capilla con una docena de bancos y unas escaleras con "unos quince peldaños" que bajan hasta la cripta, "de unos treinta metros cuadrados con dos sepulturas (la de Polo y la de Franco), otra capilla y unos servicios".

La lápida de Carmen Polo (1900-1988) menciona a su marido y su título de señora de Meirás.

En el cementerio de Mingorrubio hay enterrados estrechos colaboradores del dictador como el propio Carlos Arias Navarro o Luis Carrero Blanco, aunque también las hay de ideología muy distinta como Francisco Tomás y Valiente o algún ministro del Felipe González.

La familia de Franco ha expresado su rechazo al traslado de los restos de Franco a Mingorrubio, la opción que prefiere el Gobierno de Pedro Sánchez, quien a su vez ha descartado la idea de la familia de que sea la catedral de La Almudena su últimas morada.

El cementerio de Mingorrubio, a unos 15 kilómetros de la Puerta del Sol, está salpicado de encinas centenarias, tiene unas 500 sepulturas, 2.200 nichos, 1.050 columbarios y medio centenar de panteones, según datos de Abánades.