París - El funcionario de la Policía francesa que asesinó a cuatro compañeros e hirió a otro el jueves en la jefatura policial de París se había radicalizado tras convertirse al islam hace una década, estaba en contacto con movimientos extremistas y había planeado su ataque.

El fiscal antiterrorista, Jean François Ricard, señaló en una rueda de prensa ofrecida ayer para detallar la marcha de la investigación que Mickael H. compró la misma mañana del ataque, en una tienda cercana, dos cuchillos, uno de ellos de 33 centímetros, y logró introducirlos en la Prefectura, tras lo cual perpetró con gran violencia sus ataques durante un recorrido de siete minutos.

Además, durante ese día intercambió hasta 33 mensajes de carácter exclusivamente religioso con su mujer, cuya detención fue prolongada ayer por las autoridades francesas.

Las primeras investigaciones del ataque contra los policías han revelado que el hombre había dado su aprobación en el pasado a “ciertas exacciones cometidas en nombre del islam”, había decidido cortar cualquier contacto con las mujeres, había cambiado su forma de vestir y justificó ante un compañero el atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo cometido en 2015.

El fiscal explicó que el hombre -un funcionario administrativo de la Policía- se había convertido al islam hace una década y ahora se ha descubierto que mantenía contactos con “individuos pertenecientes al movimiento extremista salafista”.

Mensajes de texto El registro del material informático que guardaba el asesino mostró que había intercambiado mensajes de texto con su mujer media hora antes de salir de la Prefectura para comprar los cuchillos y que estos contenían frases como “Allahu akbar” (“Dios es el más grande”).

Debido al carácter premeditado del ataque, la voluntad de morir de su autor, la naturaleza de los hechos y su radicalización, la Fiscalía ha abierto una investigación por “asesinato y tentativa de asesinato de personas depositarias de la autoridad pública con fines terroristas”, así como de asociación criminal terrorista. Este último cargo también se le ha atribuido a la esposa del agresor.

Según el fiscal, el autor del ataque en la Prefectura demostró durante todo el día un comportamiento normal, que no delataba sus planes, y logró disimular los dos cuchillos para así conseguir introducirlos en la comandancia policial.

Allí, comenzó su ataque contra dos compañeros en su mismo despacho, de 50 y 38 años, a quienes asesinó con “extrema violencia”. Posteriormente entró en otro despacho y acuchilló mortalmente a un administrativo de 37 años.

Tras ello, intentó entrar en otro despacho que estaba cerrado y bajó por las escaleras, donde agredió a otra persona, de 39 años, en la zona del patio del edificio. Fua allí donde un policía de 24 años que había entrado en servicio hace tan solo seis días le dio el alto y le disparó mortalmente cuando corría hacia él blandiendo un cuchillo.

Las últimas revelaciones sobre el caso han provocado una gran polémica en Francia, con llamamientos de la oposición a que el ministro del Interior, Christophe Castaner, dimita tras haber reconocido públicamente en un primer momento que el autor de los cuatro asesinatos no había mostrado anteriormente ninguna señal de radicalización.

El autor del ataque, identificado por la prensa francesa como Mickael H., trabajaba desde el año 2003 en la jefatura de Policía, en el departamento de informática.