pamplona - El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, iniciará la campaña electoral habiendo cumplido por fin su promesa de sacar a Franco del Valle de los Caídos, una bandera que originalmente previó blandir de cara a las elecciones de abril pasado y que los constantes recursos de la familia para impedir la medida le han devuelto como baza electoral para los comicios del 10 de noviembre. A pesar de haber limitado su intervención en los actos de exhumación y reinhumación del dictador a la obligada presencia de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del reino, el Gobierno quiso finalmente que se oyera su voz. Sánchez, compareció por sorpresa en La Moncloa con una declaración institucional sobre el traslado de los restos de Franco que incluía el anuncio de continuar con las identificaciones y traslados del valle.

El presidente defendió que al alejar al dictador de Los Caídos se ha dado “un paso más en la reconciliación” y “nuestra democracia se prestigia no sólo ante nuestros ojos sino a los del mundo” al atender a la recomendación de que el Franco no descansara en el mismo lugar que sus víctimas, realizada por Naciones Unidas. “Hoy España cumple consigo misma”, dijo, y se “pone fin a a afrenta moral que suponía el enaltecimiento de un dictador en un espacio público”.

Según Sánchez, el homenaje público que suponía que Franco ocupara el gigantesco mausoleo más que un anacronismo y una anomalía en Europa “era un agravio a nuestra propia democracia”. “Ponerle fin era un deber para las generaciones que no crecimos bajo el trauma de la guerra civil y del franquismo”. Porque, señaló, “la España actual es fruto del perdón, pero no puede ser producto del olvido”.

El jefe del Ejecutivo recordó que en el Valle los Caídos permanecen enterradas 34.000 personas, un tercio de ellas sin identificar y muchas trasladadas allí sin el consentimiento e incluso el desconocimiento de sus familias. Esto es “una infamia que más pronto que tarde deberá también ser reparada” al igual, afirmó, con las “miles de fosas dispersas por toda nuestra geografía”. Sánchez confirmaba así que su propuesta no acaba sólo con la salida de Franco del Cuelgamuros. La vicepresidenta, Carmen Calvo, insistió en esta idea al afirmar que aún “queda mucho por hacer”, de ahí que confirmara que a partir de ahora el Gobierno “facilitará” que todos las familias con sospechas de tener a parientes enterrados en el Valle de los Caídos puedan identificar a sus familiares y recuperar sus restos si así lo desean.

Consciente de las acusaciones de electoralismo que le han hecho tanto PP y Ciudadanos como Unidas Podemos defendió que su Gobierno anunció públicamente que lo haría en el mismo momento en que la exhumación fuera posible. “Y este es el momento. Y así se ha hecho. Ni un día antes ni un día después”, zanjó. Ahora, concluyó, cuando el Valle de los Caídos abra de nuevos sus puertas, quienes accedan se van a encontrar con un lugar distinto. “Porque desde hoy quienes yacen son ya todos víctimas, sólo víctimas”. Horas después, el presidente llevaba unas flores al lugar del cementerio de la Almudena en el que fueron asesinadas las jóvenes conocidas como las Trece Rosas, represaliadas por la dictadura franquista en agosto de 1939.

circo mediático La familia Franco no dudó en tachar el traslado de un “impúdico circo mediático” con el que el Gobierno solo ha buscado “propaganda y rédito electoral”. A las críticas se sumaron también los partidos de la oposición. El líder del PP, Pablo Casado, acusó al Gobierno de intentar tapar con la exhumación los malos datos del paro. Albert Rivera, de Ciudadanos, aseguró que el día histórico fue cuando se aprobó la Constitución y se pasó página al franquismo y Santiago Abascal, de Vox, que presentará de iniciativas coordinadas en los parlamentos para derogar las legislaciones sobre Memoria Histórica de Baleares, Andalucía, Aragón, Asturias y la Comunidad Valenciana, calificó de “show electoral y necrófago” el traslado de los restos del dictador.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, exigió que nadie se atribuya méritos por el traslado de los restos de Franco. “Ningún partido tiene derecho a hablar de victoria. Aún no se ha hecho justicia con las víctimas”, insistió. Iglesias lamentó el espectáculo” en que a su juicio se convirtió la exhumación y reprobó que viera a “decenas de fascistas” empañando “lo que debía ser un día discreto de triunfo de la democracia”. - D.N.