BILBAO - Mariano Rajoy ha contado más en su libro de memorias Una España mejor (Plaza Janés, 2019) que en sede judicial en el Tribunal Supremo bajo juramento. De hecho, relata que tenía pensado mantener el artículo 155 que suspendía la autonomía catalana aunque Carles Puigdemont hubiese adelantado las elecciones en lugar de anunciar la declaración unilateral de independencia (DUI). “No veía ninguna razón para dejar en suspenso una decisión que no era fruto de ningún arrebato, sino consecuencia de semanas de estudio y de muy sólidos argumentos jurídicos y políticos. Antes de llegar a aplicar aquel precepto constitucional nos habíamos cargado de razones y estas no desaparecían por el hecho de que Puigdemont convocara elecciones; la independencia seguía declarada”, escribe el expresidente español en su obra.

El exlíder del PP detalla que en una reunión en La Moncloa en 2017 con el ahora president en el exilio le preguntó si él creía que iba a permitir la convocatoria del referéndum. Rajoy describe su respuesta de la siguiente forma: “Todavía hoy me produce perplejidad su respuesta: No lo vas a autorizar, porque, además, no puedes. Aquello no era una broma. Su sentido del humor no daba para tanto. Ante tamaña desfachatez cómo podía seguir intentando hacer entrar en razón a quien deliberadamente había decidido ignorar la realidad y la ley. ¿Cómo argumentar contra aquella obstinada cerrazón? Aquello era nuevo para mí a pesar de los casi 40 años que llevaba en política”.

Rajoy defiende además que dio una respuesta política “inédita, contundente y plenamente democrática” al conflicto catalán. “Nadie puede sostener que no hubo respuesta política cuando se cesó a un Gobierno en pleno”, asevera el exlíder del PP, que resume su mandato como “unos años en los que nuestro país pudo haberse quebrado, pudo haber sufrido una merma en su sistema de protección social o incluso pudo haber vivido una seria crisis institucional por el relevo en la jefatura del Estado”. “Todo pudo haber ocurrido pero nada de ello sucedió”, apostilla. De hecho, en el libro repasa su visión sobre otros acontecimientos que marcaron la política española, como la corrupción en el partido de Génova que la define como su “talón de Aquiles” o las presiones que recibió para solicitar el rescate.

Las intenciones que Rajoy ha desvelado han descolocado al exconseller de Cultura i Empresa i Coneixement Santi Vila, quien en una entrevista al programa FAQS de TV3, mantiene que en su teléfono tenía mensajes de ministros del Gobierno del PP diciendo todo lo contrario. “Si esto que comenta Rajoy es así, se confirma que el president Puigdemont estaba en el acierto y que a mi me engañaban como a un chino” , aseguró el exdirigente catalán, a quien el fallo por el 1-O le absolvió del delito de malversación y condenó por desobediencia a un año y ocho meses de inhabilitación y multa de 60.000 euros.

Vila apunta asimismo que “si yo enseñara el teléfono y le enseñara mensajes de ministros del Gobierno de Rajoy, más de uno se pondría rojo. A partir de aquí, se dibujan dos escenarios: O a Rajoy le crece la nariz, o bien estos ministros actuaban dando su opinión”. Entre otras cosas, Vila calificó de “chocante y paradójico” que el Tribunal de Cuentas le haya citado por los gastos del 1-O cuando el Tribunal Supremo ya lo absolvió de los cargos de malversación. “Lo que estamos presenciando en España es tan inaudito que yo, que no soy jurista, no sé encontrar una explicación”, dijo.

Moción de censura De las palabras de Rajoy se trasluce que intuyó desde el inicio que la moción de censura contra él prosperaría por muy imposible que resultara al principio y pese a que no pocas veces ha cargado contra la actitud del PNV por pasar de defender su Presupuesto a sumarse al bloque de la moción en pocos días. Ante ese escenario llegó a plantearle a su equipo más cercano la dimisión para mantener así el Ejecutivo, decisión que quedó descartada al ver que no frenaría la votación. Rajoy aprovecha también sus memorias para lanzar algunos dardos a sus rivales políticos, evocando la negativa rotunda de Pedro Sánchez a facilitar una gran coalición en diciembre de 2015 porque el socialista “no estaba dispuesto a nada”. “Me dijo que él en ningún caso iba a apoyar o propiciar ningún tipo de acuerdo con el PP”.