pamplona - El Congreso Nacional de ERC, los días 21 y 22 de diciembre, marca un punto de inflexión en las negociaciones con el PSOE de cara a la investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas temen que en esta cita los republicanos aprueben explícitamente algún tipo de documento que imposibilite el acuerdo. Ante el temor de que el congreso de ERC pueda romper la negociación, los socialistas aprovecharán la semana para iniciar una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios, tal y como ya anunció el candidato a la Presidencia, pero no se prevén avances significativos hasta que se salve el “escollo” de la asamblea de los republicanos, han reconocido a Efe fuentes socialistas.

Una vez superado el congreso, todo irá muy rápido, han asegurado estas fuentes que creen que el acuerdo para la investidura se solventará con una declaración de intenciones que dé luz verde a temas polémicos como transferencias incumplidas o inversiones pendientes de aprobar aunque tampoco puede faltar algún guiño concreto a la negociación “política” del conflicto catalán.

Los socialistas subrayan que el campo está muy limitado y sobre el papel no ven que se puedan recoger demasiadas concesiones en temas polémicos. Por esto, de momento en las negociaciones PSOE, PSC y ERC también se ha incluido una agenda de derechos sociales y laborales, vinculados al sector industrial, muy sensible en Cataluña y con los que capear otros asuntos de los que, según los socialistas, no se va a hablar como la autodeterminación o la amnistía.

En esta tesitura, los equipos de PSOE, PSC y ERC se enfrentan también al “formato” de la mesa de negociación y, de momento, este asunto parece haber encallado. Los socialistas insisten en la Comisión bilateral Generalitat-Estado mientras que los republicanos quieren una mesa de mayor rango, entre gobiernos, por entender que la bilateral, que ya existe, se limita a asuntos de transferencias e infraestructuras y no aborda asuntos de orden más político. No obstante, ambas partes se muestran moderadamente optimistas. Nadie quiere ser responsable de unas terceras elecciones y afrontan ya tres reuniones en las que subrayan avances y valoran el diálogo constructivo. Sin embargo, el hipotético acuerdo que podrían sellar PSOE y ERC levanta recelos entre algunos barones territoriales. Es el caso del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que sostiene que el Gobierno de España no puede depender de los independentistas.

La postura de García-Page es autónoma y coherente con lo que ha defendido siempre, dicen fuentes socialistas cercanas al presidente autonómico, y es compartida por otro dirigente, el de Aragón, Javier Lambán. Pese a estas posiciones sobre la negociación con ERC que chocan con la oficial de la dirección del PSOE, no existen frentismos entre los barones y, en líneas generales, todos hacen piña con la postura de la Ejecutiva Federal y sostienen que lo importante es que haya gobierno lo más pronto posible y las instituciones entren a pleno rendimiento cuanto antes.

no se negocia un gobierno Este es el caso del presidente de la Generalitat Valenciana y secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, que subraya que el PSOE no está pidiendo a ERC que apoye un programa de gobierno sino que facilite la investidura para que no haya terceras elecciones. Y recuerda que no habrá ningún acuerdo fuera del marco legal. En la Comunidad Valenciana, dice Puig, la situación política actual implica negociar en todos los ámbitos: “No estamos negociando un gobierno con ERC, estamos negociando una investidura”, precisa. - B.F.