Madrid. Miles de policías nacionales y guardias civiles se manifestaron ayer ante el Congreso en protesta por el "veto" de los partidos en el Gobierno, PSOE y Podemos, a tramitar la iniciativa legislativa popular para equiparar su salario a los de los agentes de policías autonómicas.

Los manifestantes, convocados por Jusapol, Jupol y Jucil, cortaron en varias ocasiones el cordón policial hasta llegar ante la escalinata de la Puerta de los Leones de la sede del Congreso y los agentes antidisturbios tuvieron que contener diversas veces a los concentrados, que lanzaron petardos y bombas de humo, y muchos de los cuales llevaban una careta de Anonymous.

Fuentes policiales estimaron en unas tres mil personas los manifestantes, que profirieron durante toda la mañana gritos en favor de sus reivindicaciones y contra el Gobierno mientras hacían sonar sirenas, bocinas y silbatos.

Mientras tenía lugar la protesta la Mesa del Congreso aceptaba la "disconformidad" del Gobierno con la tramitación de la iniciativa legislativa popular que pide la citada equiparación salarial. Al término de la manifestación el portavoz de Jupol, el sindicato mayoritario en la Policía Nacional, Pablo Pérez, explicó a Efe que representantes de las organizaciones convocantes mantuvieron durante la mañana reuniones con diputados de PP, C's, Vox y Podemos y señaló que han recibido "el apoyo exclusivamente de los tres primeros".

Amenazas La portavoz en el Congreso, Laura Borràs, fue una de las diputadas que criticó que se permitiera a los policías y guardias civiles manifestarse justo delante de la Cámara Baja en una concentración en la que han portado máscaras, encendido bengalas, y se han saltado el cordón de seguridad. "Pero no serán acusados de sedición ni nada... ¡Esto es España!", escribió en Twitter.

De hecho, la portavoz lanzó varios tuits sobre esta concentración. "En Madrid el derecho de manifestación de Jusapol parece que se respeta. Calles cortadas, bengalas y rotura de cordones policiales, máscaras de Anonymous y tal, pero no serán acusados de sedición ni nada... ¡Esto es España!", rezaba el primero. En el siguiente informó de que continuaba "la fiesta, literalmente a las puertas del Congreso" y contrastaba la permisividad que, a su juicio, se tuvo con la protesta de los agentes, en comparación con las de otros colectivos.

Minutos después denunció una persecución por unos manifestantes enmascarados al salir del Congreso e intentar cruzar la Carrera de San Jerónimo: "Hemos pedido protección a la seguridad del Congreso para subir al taxi y la respuesta es entrañable: Para qué, si son policías". "La lluvia de insultos y agresiones verbales ha sido muy desagradable. Parece que la seguridad no es para todos y que la Policía debe defendernos a todos, pero si no fueran policías, probablemente si fueran catalanes, estarían en la Audiencia Nacional", concluyó.