- Vox se marcó ayer como objetivo duplicar sus afiliados y llegar a los 100.000 en cuatro años durante una asamblea general en la que quedó patente el poder absoluto de la cúpula dirigida por Santiago Abascal, que se dotó de cambios en los estatutos para preservar su control sin posibilidad de contestación. “Gracias a los afiliados de Vox por su confianza para liderar la gran alternativa patriótica durante cuatro año más. ¡No os fallaremos!”, escribió el líder del partido en twitter tras la reunión.

La Asamblea General Ordinaria proclamó oficialmente a Abascal como presidente del partido hasta 2023 y dio el visto bueno a su equipo, en el que sigue Javier Ortega Smith como secretario general y el eurodiputado Jorge Buxadé se sitúa como número tres.

Al cónclave asistieron únicamente por primera vez los cargos electos y orgánicos de Vox, no así la militancia, lo que suscitó la protesta de afiliados de la corriente crítica VoxHabla que, encabezada por Carmelo González, intentó sin éxito acceder a la reunión. También aprobó la creación del Comité de Acción Política, presidido por el propio Abascal y formado por sus principales colaboradores.