- El expresidente de Endesa Manuel Pizarro acudió ayer a declarar en la Audiencia Nacional en el marco de la pieza 17 del caso Tándem, la que investiga el supuesto espionaje que Iberdrola encargó al comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo. El expresidente prestó declaración como testigo en la investigación de la supuesta contratación del excomisario para trabajos de espionaje a ACS, así como a otras empresas, políticos, y al propio Pizarro, madido de la expresidenta navarra Yolanda Barcina.

El que fuera presidente de Endesa hasta 2007 compareció como perjudicado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García Castellón, y los fiscales anticorrupción encargados de la macrocausa sin abogado. Tal y como han venido publicando El Confidencial y Moncloa.com, Iberdrola contrató a Villarejo en 2004 para conseguir información comprometedora sobre Pizarro, quien entonces presidía Endesa, rastreando tanto en su vida privada como su trayectoria profesional, para después elaborar un informe que habría entregado al que era jefe de seguridad de la eléctrica Antonio Asenjo. En el marco de esta pieza 17 ha acudido a declarar en calidad de investigado Antonio Asenjo, quien fue interrogado hasta en tres ocasiones por los contratos que habría suscrito Iberdrola con Villarejo por ser el interlocutor de la eléctrica con el comisario. Tras el material difundido por los medios citados, Iberdrola anunció el pasado octubre que abriría una investigación exhaustiva en forma de informe forensic para aclarar hasta dónde llegaron las relaciones con Cenyt, la mercantil vinculada a Villarejo mediante la que se habrían ejecutado y facturado los contratos. El informe fue encomendado a la consultora PwC y se suma a las indagaciones internas ya acometidas en noviembre de 2018 y el pasado julio a raíz de la difusión de informaciones que vinculaban a la compañía con la empresa del comisario. En ambas se determinó que se habían encargado 17 servicios entre los años 2004 y 2017.

Según informó ayer El Confidencial, el espionaje a empresas competidoras del sector eléctrico fue en esa época algo generalizado, y explica el diario digital que Pizarro por su parte contrató a la agencia estadounidense Kroll por 10 millones de euros para que investigase a Gas Natural durante la OPA sobre Endesa.