- Iparralde afronta mañana la primera ronda de unas elecciones municipales galas inciertas. La expansión del COVID-19, que en Francia supera los 3.000 casos y el jueves a última hora supuso cerrar todos los centros educativos, pero no ha detenido las elecciones de mañana, cuando se celebra la primera vuelta de las municipales. El domingo que viene, la segunda vuelta. En cualquier análisis político, la afección del virus se ha convertido en el primer factor a estudiar, aunque con tanto en juego en 36.000 municipios galos -casi 160 en Iparralde, hay muchas más circunstancias para observar en esta cita con las urnas.

“Veremos cómo influirá en la participación”, lanza el profesor de Sociología en la UPV/EHU Eguzki Urteaga. “El sector de población que más suele participar es el de los más mayores, el sector más vulnerable desde el punto de vista sanitario y que más recelos a movilizarse puede tener. Esto puede afectar sobre todo a partidos conservadores que suelen tener el electorado más veterano, como Les Républicains (LR) y La République en Marche! (LREM!)”.

También en Iparralde, donde cerca de dos tercios de los 159 alcaldes y alcaldesas que dirigen otros tantos municipios de Lapurdi, Behe Nafarroa y Zuberoa buscan la reelección. “El elector suele ser legitimista en este tipo de elecciones, ya que tiende a reforzar a candidatos bien implantados en la escala local y que hayan podido hacer una buena gestión”, analiza Urteaga. Una vía de esperanza para dirigentes de LR y el Partido Socialista (PS): “Gobiernan la mayoría de las instituciones y seguramente lograrán mantener sus principales feudos y posiciones”. Sin batacazos sonados como los que primero los socialistas y después los conservadores se han llevado en las últimas citas con las urnas.

Entre los candidatos que aspiran a la reelección en Iparralde destaca por encima de todos el primer edil de Baiona, Jean-René Etchegaray, también primer presidente de la Mancomunidad de Iparralde que echó a andar de manera oficial en enero de 2017.

A sus 68 años, no ha aclarado de momento si aspirará a un segundo mandato al frente de la Aglomeración, pero sí busca continuar en la Alcaldía de la capital labortana. En ella sucedió a Jean Grenet en 2014 y ha tomado medidas como la del cobro por acceder a las multitudinarias fiestas de Baiona, que ha sido uno de los temas de la campaña electoral. Su lista y uno de los grandes objetivos será convencer a los nuevos votantes, porcentaje que en el caso de Baiona ronda el 30%.

Etchegaray vuelve a optar por integrar en su lista a miembros de distintos partidos, de derecha y de izquierda, una opción al alza en el conjunto del Hexágono. “Ha crecido mucho el número de candidaturas sin etiquetas, en la izquierda, en la derecha y también entre los abertzales”, explica Urteaga, que sitúa el origen de este fenómeno en la crisis política derivada de la financiera de 2008, y que supuso el final del biturnismo de la V República entre los actuales LR y el PS. Al final del paradigma se han sumado los chalecos amarillos, “que han puesto en solfa la democracia representativa, incluidos los partidos políticos. Ante este escenario, muchos candidatos han optado por listas sin etiquetas, y con personas de perfil diverso: por sus profesiones, sus actividades asociativas o culturales”.

Etchegaray también suma a militantes de LREM!, que cuenta con serias dificultades en el mapa local para consolidarse. “LREM! es un partido muy joven y no tiene apenas implantación local, departamental y regional, lo que de momento supone una debilidad. Por eso, ha tenido problemas para conseguir candidatos potentes, y en algunos casos ha desarrollado una estrategia de captación, buscando exalcaldes que fueron elegidos con el PS o LR”.

Lo sucedido en Biarritz hace apenas tres meses atrás tampoco ayuda. En el Hexágono suele ser habitual que grandes responsables públicos concurran al frente de listas municipales, lo que en ocasiones tiene final fatal para su carrera, por ejemplo, en un ministerio. En esa línea, dos de los altos cargos del Ejecutivo galo (el ministro de Agricultura, Didier Guillaume, y el secretario de Estado ante el Ministro para Europa y de Asuntos Exteriores, Jean-Baptiste Lemoyne) rivalizaron para ser el candidato oficialista en la ciudad biarrota.

Una pugna que llevó al propio Macron y al primer ministro, Édouard Philippe, a echarles el freno a ambos. El actual alcalde Michel Veunac, arropado por Lemoyne en su presentación, liderará la lista centrista en la villa que fue sede de la cumbre del G-7 en agosto.

El partido de Macron también ha tenido protagonismo en Donibane Lohitzune: apoyaba al alcalde, Jean-François Irigoyen (LR), ha dejado de hacerlo tras un choque al configurar las listas electorales. Se tendrá que ver con otras tres listas en primera vuelta: la abertzale de Paxkal Lafitte (segundo en 2014, con casi el 26%), la de izquierdas de Jacqueline Uhart y la de ciudadana de Manuel de Lara.

También en Lapurdi, enclaves como Angelu y Hendaia -con cerca de un tercio de la población procedente de Gipuzkoa- verán a sus alcaldes aspirar a la reelección. En el primer caso, al conservador Claude Olive, que se enfrentará a otras dos candidaturas en la primera ronda, socialista y de la Francia Insumisa; mientras que en Hendaia, el socialista Kotte Ecenarro deberá derrotar a la lista abertzale que lidera Laetitia Navarron y a la candidatura comunista de Laurent Tariol. La villa del Bidasoa tendrá una cuarta plancha, la que ciudadana que lidera Pascal Destruhaut. Uno de los nombres destacados de esta lista es el exalcalde centrista Battitte Salaberry, que lideró la villa entre 2008 y 2014, entre el anterior periodo de Ecenarro y el actual.

En el caso de las otras dos capitales de Iparralde, en Maule pugnan tres listas: Mitchel Etchebest por la reelección, frente a dos rivales en 2014, Louis Labadot y Beñat Elkegaray. Mientras tanto, en Donibane Garazi serán dos planchas las que pugnen por relevar a Alphonse Idiart tras 18 años como alcalde: la continuista que lidera Laurent Inchauspé y la de Xabi Larre, que en 2014 obtuvo un tercio de los votos frente al 66% de Idiart.

Uno de los sectores que en las elecciones de mañana y el próximo domingo en segunda vuelta puede crecer es el abertzale. Con perspectiva, conviene recordar que en las elecciones departamentales de 2015 protagonizaron un fuerte avance: en primera vuelta, fueron primeros o segundos en mitad de las circunscripciones, mientras que en segunda vuelta, por ejemplo, el PS pidió apoyar a EH Bai, que terminó logrando el 45% de los votos.

Hoy gobiernan una veintena de municipios, entre los que destacan Uztaritze (casi 8.000 habitantes) e Hiriburu (5.000), a los que hay que sumar el cada vez mayor peso en ciudades de mayor población.

Primero, subraya Urteaga, las siglas abertzales pasaron por “una fase en la que los abertzales se consolidaron como tercera fuerza” (2005-2011). Después, hasta 2017, “se erigen como principal alternativa frente al centro-derecha”; mientras que en los últimos cuatro años, se han abierto nuevos horizontes, “tanto con la puesta en marcha de la Mancomunidad como en la política de paz y convivencia”, lo que ha permitido a los abertzales “articular una propuesta integral a la ciudadanía, con propuestas concretas del día a día, con lo que le da cada vez mayor legitimidad en temas que van más allá de lo identitario o cultural”.

Lejos de Iparralde, la gran pugna de ambas noches electorales será París. “Para muchos partidos, simbólicamente y políticamente París es una plaza muy importante”, resume Urteaga, que avisa de que uno de los puntos de atención residirá en la capacidad que tengan los grandes partidos de retener o arrebatar alcaldías como las de París (PS), Lyon (LREM!), Marsella (LR-UDI-MoDem) y Burdeos (LR). Esta última es la que mayor garantía presenta a priori de reedición para el partido gobernante.

La pelea por París se presenta igualada. La última encuesta de Ifop, de esta misma semana, separa a la alcaldesa, Anne Hidalgo; la aspirante conservadora y próxima al expresidente Sarkozy, Rachida Dati; y la ministra de Macron Agnès Buzyn en apenas seis puntos (26%, 24% y 8%, respectivamente).

La Alcaldía se resolverá la próxima semana. Como en Lyon, Marsella y Burdeos. En la segunda ciudad más poblada del Hexágono, los sondeos sitúan al candidato ecologista Grégory Doucet como principal aspirante a relevar a Gérard Colomb (LREM!, ex PS), mientras que en Marsella el antiguo Frente Nacional (refundado en Rassemblement National) le pisaría los talones a la coalición conservadora gobernante.

Todo quedará, como en miles de municipios galos, para la segunda vuelta, para la que Urteaga ya avisa: “Habrá que ver cómo acaban la primera vuelta, pero también qué reserva de votos tienen, con qué nuevos apoyos de otros partidos que no lleguen a la segunda vuelta cuentan”.