- Pernando Barrena cree que el dinero europeo llegará para afrontar la recesión, porque "la gran diferencia de esta crisis con la de 2008 es que ahora afecta igual a empresarios, trabajadores, a gente de izquierdas y de derechas y a gente de Alemania y Gibraltar". Para él la clave es "en qué condiciones llega ese dinero".

Parece que Europa reacciona.

-La Unión Europea está actuando mal y bastante tarde, y creo que hay muchas cosas que se echan en falta. El coronavirus es una prueba de fuego para la UE, porque tiene que demostrar que más allá de los discursos políticos aporta un valor añadido sobre las capacidades de los estados y que su asistencia tiene un sentido para el bienestar directo de sus 500 millones de ciudadanos y ciudadanas. Es una oportunidad para encarar ese debate en torno a sus principios fundamentales, la Europa social respetuosa con la diversidad de sus pueblos y protectora de los derechos humanos.

De momento, el primer plano es la emergencia sanitaria.

-Donde la lucha contra la pandemia exige perspectiva europea, y esto no se ha hecho. Las medidas de confinamiento que se han adoptado han sido como cada uno ha creído oportuno. El jueves hablaba con la gente de mi equipo que se ha quedado en Bruselas, y la gente sale a la calle a pasear, los parques están llenos€ da un poco de miedo. Creo no se ha hecho con seriedad, con criterios homogéneos, que tenía que haber habido en cuanto hubiese sido posible un confinamiento general, y como se ha hecho aquí -tarde, pero se ha hecho- un cierre de la producción no esencial. Y además, haber hecho test masivos a la población.

El marco imperante sigue siendo el del estado nación.

-La respuesta de la UE no es de unión ni europea. Ha sido una vez más de acumulación de las distintas voluntades y decisiones que toman por su cuenta los estados. Que estos tomen decisiones está bien, pero una pandemia con una afección mundial suponía una respuesta europea más seria. A pesar de los confinamientos, todavía se sigue moviendo gente, algo de lo que no se habla mucho en los medios de comunicación. Y está ocasionando un problema muy serio. El otro día me comentaba un empresario por teléfono que sus competidoras en Alemania no han parado y que le van a fundir.

Igual las tornas cambian a medida que suban las temperaturas.

-Sí, cada uno está aplicando unas medidas en un momento determinado, pero hay tres velocidades de contagio. Lo que da la impresión es que cada uno, valga la expresión, espabila cuando le llega.

En la economía, esa perspectiva europea también es fundamental.

-Sí, porque esta es una pandemia que nos afecta a todos en mayor o en menor medida. Y por lo tanto lo que está en riesgo es Europa en su conjunto, y eso exige medidas. La Comisión y el Banco Central Europeo tienen que jugar un papel fundamental. El jueves la Comisión anunció un fondo de 100.000 millones de euros para proteger el empleo. Está muy bien, pero es que en estos momentos en el Parlamento hasta las fuerzas más conservadoras o liberales están diciendo que es totalmente insuficiente y que es necesario movilizar los fondos de estabilidad por encima de los 400.000 millones para dar una respuesta al nivel que se debiera.