- El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, aseguró ayer que no concibe la posibilidad de ser imputado en la pieza Dina del caso Villarejo, que investiga el robo del teléfono móvil de su exasesora Dina Bousselham, y defendió que debería volver a ser considerado como “perjudicado”, porque tanto él como su formación son víctimas de la estrategia de “las cloacas” para desprestigiarles y sacarles del Gobierno de coalición. Además, afirmó que cuenta con el apoyo del presidente Pedro Sánchez.

“Vamos, sólo faltaría”, dijo en una entrevista en RNE en la que explicó que “por supuesto” que le entregó en buen estado a su exasesora la copia que le llegó de la tarjeta con el contenido de su móvil robado, y que si la guardó durante un tiempo, y no se la devolvió hasta que se empezaron a publicar las primeras informaciones con el contenido de su móvil, fue para no someterla a “más presión”.

Según Iglesias, cuando le llegó la tarjeta, le aseguraron que podía ser la única copia, y es entonces cuando tomó “una decisión”, que fue la de “no someter a Dina Bousselham a más presión”, porque en ese momento ya estaba sometida a una “presión enorme” porque se habían publicado varias informaciones especulando sobre una posible relación entre ambos.

Asimismo, se mostró dispuesto a comparecer en el Congreso para explicar este asunto, pero siempre que sea en una nueva comisión de investigación sobre las cloacas, en la que también comparezcan, entre otros, el ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, o su exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.