La portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, ha defendido este miércoles que su partido no tiene un desafío con "las formas" que utiliza para hacer política sino con el "fondo", con la necesidad de ser una alternativa, y ha pedido no confundir la moderación con la sumisión.

Al término del Comité Ejecutivo Nacional del PP, Álvarez de Toledo ha admitido que hay "un debate cierto sobre las políticas de moderación o radicalidad" pero ha considerado que a su juicio quienes llaman a la moderación en realidad buscan "acallar" al PP.

La portavoz parlamentaria ha dicho que un ejemplo de moderación sería apoyar los presupuestos o un gobierno de concentración, pero, ha señalado, "el gran problema es que esa gran coalición ya se ha hecho" y es "una gran coalición de la izquierda con el nacionalismo más radical".

Y ha incidido en que ella no está de acuerdo con naturalizar el insulto porque "es una cuestión de educación elemental y básica" pero considera que la crítica forma parte del debate democrático, y por ello ha pedido que no se confundan los términos.

"La moderación en sí misma no es un proyecto político ni tampoco la radicalidad lo es", ha defendido Cayetana Álvarez de Toledo el mismo día que líderes territoriales como el andaluz Juanma Moreno o el gallego Alberto Núñez-Feijóo pedían apostar por la centralidad para ampliar la base social del partido.

La portavoz parlamentaria ha alertado de que a su juicio "existe un verdadero riesgo de un cambio de mayoría social en España" que se ve en que se normalicen "un partido político que no condena el asesinato" o en los ataques a la Monarquía o en que haya una nueva generación de electores que -ha lamentado- no sepan quién es Miguel Ángel Blanco.

Y ha considerado que ante ese riesgo se debe articular un proyecto que a su juicio pasa "por la denuncia de lo que está haciendo el Gobierno" y ofrecer ideas nuevas en torno a un proyecto político, económico y también cultural.