- El PNV quiere reducir al máximo los rituales previos a la investidura y la incertidumbre en un momento en que la pandemia del coronavirus aprieta fuerte y se deben afrontar también las consecuencias sobre el empleo. El Parlamento Vasco confirmó ayer que el pleno de investidura tendrá lugar el 3 de septiembre a las 9.30 horas, pero los jeltzales han acortado más el plazo autoimpuesto para alcanzar un acuerdo con los socialistas que propicie la reelección de Iñigo Urkullu para un tercer mandato. El PNV quiere tomar como referencia el tope para registrar las candidaturas a lehendakari, el 28 de agosto.

Es posible que para ese día se alcance un acuerdo, y que se presente más adelante. El pacto tiene que ser, además, ratificado por las ejecutivas del PNV y el PSE, y los socialistas se comprometieron a convocar una consulta a la militancia para refrendarlo, una votación que no tomaría más de dos o tres días y podría ser presencial o telemática. No impedirá llegar a tiempo para la investidura del 3 de septiembre.

Cuando se cierre un acuerdo sobre las medidas, se abordará la fórmula de gobierno. La vía predilecta es el gobierno de coalición y cobra fuerza la idea de que Idoia Mendia ocupe una vicelehendakaritza.

La puesta en marcha del nuevo gobierno sería meteórica a partir del 3 de septiembre. La mayoría absoluta de 41 escaños de PNV (31) y PSE (10) proclamaría a Urkullu en la primera votación. El 5 de septiembre, Urkullu juraría el cargo en la Casa de Juntas de Gernika, y el lunes sus consejeros tomarían posesión del cargo, con la idea de que el primer Consejo de Gobierno se celebrara el martes 8 de septiembre. La fecha de investidura la hizo oficial ayer la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, tras un rápido pleno de incompatibilidades. No hubo ningún problema, ni turno de votos en contra para aprobar un dictamen que no detectó ninguna actividad incompatible de los parlamentarios. / Foto: