La recaudación neta de la Hacienda Foral se redujo hasta el pasado 31 de julio en un 19%. En los siete primeros meses del año los ingresos alcanzaron los 1.535 millones, 361 millones menos que en el mismo periodo del año anterior, confirmando así la tendencia negativa iniciada en marzo como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la covid-19. La parálisis económica y la reducción del consumo se han dejado notar de forma excepcional en la recaudación tributaria disparando el déficit presupuestario, que se acerca ya a los 500 millones.

Se trata de una caída de ingresos provisional que todavía podría corregirse en el último cuatrimestre del año con los ajustes fiscales pendientes y una recuperación de la actividad económica. Pero confirma las previsiones de los técnicos de Hacienda, que ya en mayo anticiparon una caída de la recaudación cercana al 20% que iba a obligar a una emisión de deuda histórica para cubrir el presupuesto. De momento, el Gobierno central ha autorizado un endeudamiento adicional de 400 millones (el 2,3% del PIB de Navarra), aunque podrían ser más si se mantiene la tendencia negativa.

De hecho, en el mismo periodo del año aumentó el gasto público del Gobierno de Navarra en un 5%. En total fueron 2.301 millones en obligaciones presupuestarias reconocidas, 112 millones más que en el mismo periodo del año anterior. Lo que deja un saldo acumulado negativo entre la caída de ingresos y el aumento de gastos de 473 millones respecto a 2019.

Por capítulos

La rebaja en la recaudación ha sido general en prácticamente todas las figuras impositivas. Los impuestos directos han caído así un 18,6% (168 millones menos), y lo han hecho tanto el IRPF (-14%) como Sociedades (-45%). Solo Sucesiones (4%) deja un saldo positivo. Lo mismo ocurre con los impuestos indirectos, mermados también por la parálisis económica y la caída del consumo, y que acumulan una caída del 29,4%, lo que supone 258 millones menos para la Hacienda Foral. De esta forma, se reduce de forma notable la recaudación por IVA(-26%), por los impuestos especiales como el alcohol, hidrocarburos o tabaco (-19%), así como por las transmisiones patrimoniales (-26%).

En el apartado de gastos se observa una mayor estabilidad general, continuando la tendencia expansiva los ejercicios anteriores. La obligaciones reconocidas crecieron un 5,1%, una cifra que se reduce ligeramente hasta el 3,6% si se contemplan solo los pagos ya realizados. Un aumento que absorbe casi en exclusiva el capítulo de personal, que acumula en lo que va de año un incremento del 9,6%, 72 millones más que en el mismo periodo del año anterior. También han crecido de forma importante las inversiones reales (13%) y las transferencias de capital (12%), aunque en ambos casos su peso en el conjunto del presupuesto en términos globales es menor en comparación con el capítulo 1.

Ampliaciones presupuestarias

Durante la primera mitad del año el Gobierno de Navarra también ha acometido diversas ampliaciones presupuestarias por valor de 187 millones. De ellos casi la mitad han sido para el Departamento de Salud, cuyo presupuesto se ha incrementado en 88 millones. También Desarrollo Económico ha visto aumentado de forma considerable su presupuesto inicial con 62 millones más, que casi duplican los 84,4 asignados a principios de año. Cohesión Territorial, con 35 millones, y Derechos Sociales, con 21, son las otras dos áreas que más han incrementado su capacidad de gasto. El presupuesto total de Navarra para este año queda así en 4.760 millones, una cifra que todavía puede sufrir modificaciones importantes en el incierto panorama económico, social y sanitario que la Comunidad Foral tiene por delante.

A la espera de Hacienda. La crisis del coronavirus ha hecho que 2020 sea un año excepcionalmente atípico para la gestión del presupuesto, aprobado apenas 15 días antes de decretar el Estado de Alarma. La situación sanitaria ha desbordado las previsiones del Gobierno foral para todo el ejercicio. De momento se han priorizado la atención médica, las ayudas sociales y económicas y, más recientemente, la educación, con un desembolso adicional de 47 millones para el inicio del curso escolar. Hay en cambio gran incertidumbre en las consejerías de cara al último tramo del ejercicio, en el que no está claro qué se podrá hacer ni con qué fondos se va a contar. La consigna general es que no habrá recortes de gasto público, y que con la deuda y los fondos que aporte el Estado será suficiente para cuadrar las cuentas. Pero internamente se asume que en el mejor de los casos muchas partidas no se podrán ejecutar y quedarán para el año que viene. Hacienda deberá cuantificar ahora la disposición presupuestaria final, tanto para este ejercicio como para el de 2021 y, si fuera necesario, plantear una reordenación del gasto para los próximos meses.

El Gobierno ha ampliado el presupuesto en 187 millones, con más inversión en Salud (88), Desarrollo Económico (62) y Derechos Sociales (21)