La vicesecretaria de Organización del Partido Popular y presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán, ha exigido al Gobierno de Pedro Sánchez la prohibición del "Ospa Eguna" de Alsasua, un acto contra la Guardia Civil, en el que, según denuncia, "se equipara a la Benemérita con el coronavirus".

La convocatoria, según señala la dirigente popular en un comunicado, equipara a la Guardia Civil con el coronavirus "que ha acabado con la vida de miles de españoles durante los últimos meses, y humilla a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a sus familias".

Bajo el lema "Vosotros sois el virus", según remarca, se convoca este acto de "odio que utiliza la peor crisis sanitaria que recordamos para humillar a servidores públicos que arriesgan su vida a diario con el objetivo de protegernos de la pandemia".

Al respecto sostiene que "la indiferencia de Sánchez le hace cómplice de la humillación a la que sus socios de investidura someten una vez más a la Guardia Civil" y añade que es "intolerable que, tras más de 40.000 fallecimientos en España, el Gobierno permita que los proetarras promuevan el odio contra guardias civiles que han sufrido graves problemas de salud o que incluso han fallecido por ayudar a contener la enfermedad".

Beltrán anuncia que solicitará la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que dé cuenta de las acciones desarrolladas para proteger a los guardias civiles de Navarra y explicar "la ausencia de apoyo institucional del Gobierno de España a los miembros de la Guardia Civil y sus familias".

Para la coalición Navarra Suma, "los radicales tratan de imponer una visión sobre la Guardia Civil que no es compartida por la inmensa mayoría de los navarros". De hecho, han indicado en un comunicado, "el Instituto Armado es una entidad querida, respetada por todos los navarros, especialmente en el ámbito rural, donde la Guardia Civil presta un apoyo fundamental".

Para Navarra Suma, "este acoso a los guardias y a sus familias difícilmente cabe considerarse como un acto de libertad de expresión, pues solamente busca el amedrentamiento, la coacción y la exclusión, propios de regímenes totalitarios que atentan contra las libertades y la dignidad humana".

Por ello, ha exigido a la Delegación del Gobierno y a la Audiencia Nacional que tomen las acciones oportunas para "evitar que este tipo de actos se celebren y se cometan delitos de odio, enaltecimiento del terrorismo y humillación".