- Tras diez años de periplo judicial y obstáculos, el hecho de que Martín Villa estuviera citado para declarar ante la juez Servini se ve no como un triunfo, pero sí como un paso adelante. Es en lo que coincidieron ayer Julia Monge Sarabia (Intxorta Elkartea) y Presen Zubillaga Auza (Sanfermines 78 Gogoan), quienes hicieron de portavoces de los colectivos navarros y de la CAV que están personados en la querella contra el exministro del Interior. “Nos parece un paso importante, porque el hecho de que los cuatro expresidentes hayan hecho esa barbaridad de defenderlo en una carta nos hace pensar que el enemigo cree que va a pasar algo y trata de reaccionar”, reflexionaba Monge a este periódico.

Optimista por el paso dado, Monge, que forma parte de un colectivo de Arrasate pero con extensión en toda Debagoiena, lamenta sin embargo que la justicia española “siempre se tope con el muro de la Amnistía del 77 y el pacto de silencio”, que impide que se conozca la verdad. “Se les llena la boca al hablar de sociedades democráticas, pero en ningún sitio pasaría esto, que ante una declaración judicial cuatro expresidentes apoyen al imputado y lo pongan como adalid de la transición y la democracia”.

También Presen Zubillaga celebró el paso en un contexto en el que “el aparato judicial español ha estado torpedeando, cuando ni dando instrucciones explícitas” para evitar investigar el franquismo o la transición. “Camarada de Germán” en la Liga Komunista Iraultzailea (LKI), lo ideal para Zubillaga sería que procesaran a Martín Villa, pero el “poso” que ha dejado el proceso hasta ahora tampoco es malo. “Ha quedado claro que en la Transición, de modélico, no hubo nada. El procesamiento reforzaría nuestra versión del cierre en falso de la dictadura y el cuestionamiento de la Transición, al menos tal y como quieren dejarlo en los libros de texto”.