- El presidente francés, Emmanuel Macron, subrayó ayer su rechazo al discurso del odio y la defensa de un "debate razonable", tras los ataques personales que ha recibido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que le ha reprochado su trato a los musulmanes y le ha recomendado "terapia mental".

Francia ha llamado a consultas a su embajador en Ankara en respuesta a las declaraciones de Erdogan, que este sábado criticó a Macron, con alusiones a su salud mental, por los anuncios y las medidas contra el integrismo islámico, que incluyen el cierre de una mezquita y la disolución de algunas asociación islámica calificada de radical. Así, Erdogan ha acusado al líder francés de estar actuando contra millones de musulmanes en Francia.

Esta polémica se desarrolla en un contexto en el que en diversos países musulmanes de Oriente Medio se ha lanzado una campaña de boicot contra los productos franceses en represalia por la posición de las autoridades de París contra el integrismo islámico.

Por su parte, el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró ayer que son "inaceptables" las declaraciones del presidente turco, y ha hecho una llamada a Turquía para que detenga "esta peligrosa espiral de confrontación". Borrell también recordó que las conclusiones aprobadas en la cumbre europea del 1 y 2 de octubre "contienen una oferta real para relanzar las relaciones de Europa y Turquía". Aunque aseguró que hace falta voluntad política por parte de ambas autoridades para conseguir llevar a cabo esa "agenda positiva". "En caso contrario, Turquía estará todavía más aislada", zanjó Borrell.