- “La operación es un montaje policial para desacreditar y dividir al independentismo”, sostiene la portavoz de ERC, Marta Vilalta. “No se aguanta por ninguna parte, incluso con acusaciones ridículas que a nivel internacional hacen avergonzar a los diversos Estados”, corrobora el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri. Apreciaciones que cobran cada vez más vigor después de que ayer quedaran libres con cargos todos los detenidos del entorno de Puigdemont a los que se acusa de presunta malversación de fondos, al no pedir la Fiscalía ninguna medida cautelar contra ellos. Así lo decidió el juez de Barcelona Joaquín Aguirre tras comparecer y acogerse a su derecho a no declarar el empresario, exdirigente de CDC y presidente de Aigües de Catalunya, David Madí, el exconseller de Esquerra Xavier Vendrell, y el presidente de la Plataforma proselecciones deportivas catalanas, Xavier Vinyals. De los 21 arrestados, más de la mitad ya quedaron en libertad el mismo día, entre ellos el historiador Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del president en el exilio, a quien acompañaba cuando fue apresado temporalmente en Alemania.

Según el magistrado, las escuchas telefónicas a los ahora empresarios Madí y Vendrell revelan que los antiguos dirigentes de Convergència y ERC seguían manteniendo su influencia política y sus contactos en el Govern, que presuntamente utilizaban para beneficiar sus negocios y repartirse fondos públicos “arbitrariamente”. La causa contra la supuesta trama acusada de desviar subvenciones públicas para financiar los gastos de Puigdemont durante su estancia en Waterloo -abierta por los delitos de malversación, cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, blanqueo de capitales y desórdenes públicos- es fruto de conversaciones telefónicas intervenidas durante el año y medio en que el caso ha permanecido bajo secreto de sumario. El juez sitúa a Vendrell en la dirección de Tsunami Democràtic, plataforma desde la que supuestamente “promovió” desórdenes públicos tras la condena a la cúpula del procés en octubre de 2019; y sospecha que usó su influencia política para contactar con miembros del Govern con el fin de beneficiar sus distintos negocios, vinculados al tratamiento de residuos municipales, los laboratorios de biomecánica y hasta la fabricación de test de coronavirus.

En el caso de Madí, cree que se ha beneficiado de un “importante tráfico de influencias” con el conseller Damià Calvet (JxCat) y ha contratado al exconseller republicano Joan Puigcercós para “abrirse ayuntamientos” de ERC. Sobre Soler, miembro de lo que llaman estado mayor de Puigdemont, el juez apunta que existen indicios de su participación en la “estructura organizativa” de Tsunami Democràtic y recela de los casi 3 millones de euros en subvenciones de la administración catalana que recibió entre 2016 y 2020, en contratos menores de adjudicación directa.

Vilalta expresó su sensación “agridulce”, por un lado de “satisfacción” porque los detenidos quedaron en libertad, pero a la vez de “preocupación e indignación” porque esta operación ha sido “un ejemplo más de esta causa general y de esta persecución contra el independentismo”. “Se demostrará que aquí hay un montaje policial de la Guardia Civil para desacreditar y debilitar al independentismo, incluso para dividirnos. Hemos de saber combatir esto”, recalcó la dirigente republicana.

Por su parte, Puigdemont aclaró ayer mismo al ministro del Interior por qué no se entregará a España, al contrario de lo que Fernando Grande-Marlaska le había pedido horas antes. “En un Estado donde sus estructuras están corrompidas, desde la Casa Real hasta los cuerpos policiales, la máxima responsabilidad a asumir es luchar para que sus garras manchadas de tortura y violencia no atenacen la vida de millones de catalanes que queremos vivir libres y en paz”, indicó el expresident en su cuenta oficial de Twitter. En una entrevista en La Sexta, Grande-Marlaska había asegurado que “sería deseable que Puigdemont fuera capaz de asumir sus responsabilidades y volviera para resolver las causas judiciales pendientes. Eso sería la situación ideal”.

“Lucharemos para que las garras manchadas de tortura y violencia no atenacen a los catalanes”

Expresident de la Generalitat

“La operación es un montaje policial para desacreditar y dividir al independentismo”

Portavoz de ERC