- La visita de Pedro Sánchez ayer a Pamplona deja muy buenas palabras, poca concreción y una foto de gran calado. Un encuentro simbólico con la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, y su Ejecutivo de coalición, que llega en plena tormenta política por el apoyo de EH Bildu a los Presupuestos del Estado. Y que supone un respaldo a la política de alianzas del Gobierno de Navarra, que anunciará hoy un acuerdo presupuestario con la formación abertzale que sentará las bases de la estabilidad parlamentaria para el resto de la legislatura.

Desviado por la niebla hasta Hondarribia, -desde allí tuvo que llegar en coche al Palacio de Navarra-, el presidente limitó su presencia a un saludo protocolario en la sede del Ejecutivo foral, donde fue recibido con abucheos por un pequeño grupo de personas. Posteriormente celebró un acto institucional en Baluarte para presentar a un selecto grupo de agentes políticos, sociales y económicos el proyecto España Puede, la estrategia del Gobierno central para gestionar los fondos europeos y que, de momento, no pasa del marketing político.

Crónica del paso de Pedro Sánchez por Navarra

Crónica del paso de Pedro Sánchez por Navarra

El acto sirvió no obstante para que Sánchez pusiera en valor la gestión de su Gobierno durante la crisis sanitaria, enumerando las principales iniciativas que los últimos meses han puesto en marcha desde La Moncloa. Lo hizo con diversas referencias a Navarra, a su capacidad de "innovación" en sectores como la energía eólica o la automoción, a su apuesta por la igualdad o a su plan de digitalización. "Navarra es una tierra de emprendimiento y de innovación", glosó el presidente, que recordó la figura del empresario Manuel Torres, recientemente fallecido, cuyo "espíritu de superación" puso en valor como ejemplo para el futuro.

Pocas novedades deja sin embargo el discurso de Sánchez, que evitó cualquier mención a la coyuntura política en Navarra, ni mucho menos a la de Madrid. No está el ambiente como para distracciones informativas con el acuerdo presupuestario con EH Bildu agitando el debate en la capital y algunos barones socialistas exhibiendo malestar. "Decimos adiós al pasado. Entre avanzar y quedarnos como estamos, el Congreso ha decidido avanzar", se limitó a señalar Sánchez un día después de que la Cámara Baja tumbara las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos.

Así que el acto en poco se pudo distinguir de los que el presidente tiene previsto realizar por todo el territorio nacional. Sánchez, eso sí, anunció 10.000 nuevas plazas de MIR, puso en valor la "cogobernanza" con las comunidades autónomas y envió un mensaje de optimismo ante la posibilidad de lograr una vacuna más pronto que tarde. "La unidad es nuestra mayor fortaleza para hacer frente al desafío que tenemos con la covid-19", enfatizó Sánchez, que puso el foco en la "colaboración" europea como estrategia para garantizar una recuperación económica basada en "la cohesión social y territorial".

Una apuesta que pasa por el plan de recuperación Next Generation que impulsa la UE, y que va a aportar a España 140.000 millones en seis años, el equivalente al 11% del PIB. "Es una oportunidad extraordinaria para una situación excepcional", remarcó. Un proyecto ambicioso que el Gobierno de España quiere gestionar a medias con las comunidades autónomas para acelerar la salida de la crisis desde la digitalización y el desarrollo sostenible.

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Visita de Pedro Sánchez a Navarra

Pero que de momento sigue en la indefinición, pendiente de que la UE apruebe el protocolo para la gestión de los fondos y de que el Gobierno de Sánchez detalle los criterios de un reparto para el que ha garantizado transparencia, pero que empieza a levantar ya las primeras suspicacias. A fin de cuentas, esa es una carta de muchos millones que el presidente se guarda para jugar más adelante en una partida en la que se van a mezclar intereses económicos, territoriales y partidistas, y que sin duda marcará el futuro del Gobierno de España.

Poco más quiso detallar Sánchez, que pasó por alto otros asuntos de interés para Navarra, como la renovación del Convenio Económico o la transferencia de Tráfico, que siguen en la carpeta de asuntos pendientes. Y que también evitó cualquier referencia a los pactos presupuestarios que se empiezan a inclinar hacia la izquierda tanto en Navarra como en Madrid, con suficiente claridad además como para marcar la legislatura tanto del Gobierno de Pedro Sánchez como del de María Chivite.

Ahí reside precisamente el valor de la visita del presidente del Gobierno, y líder del PSOE, a Pamplona. No es casual que tras la Comunidad Valenciana, -otro territorio con una política de alianzas muy similar a la del Gobierno central-, Navarra haya sido el segundo lugar elegido para defender su plan de recuperación económica. Dos territorios aliados, gobernados por socialistas afines, que reciben el respaldo público de Sánchez. Y que en el caso de Navarra supone un aval expreso para el Gobierno de María Chivite.

A su gestión de la pandemia pero, sobre todo, a su política de alianzas. Casi un año y medio después de la investidura que con tantas dudas afrontó el PSOE, la foto en las escaleras del Palacio, unida a la apuesta por una mayoría en Madrid con EH Bildu y ERC como socios complementarios de Podemos y PNV, abre paso a un acuerdo presupuestario también en Navarra que, pese la presión de la derecha de las últimas semanas, garantice la estabilidad del Gobierno foral los tres años que restan de legislatura. El camino está ya definido, solo queda confirmarlo.

Con retraso. El acto de Pedro Sánchez comenzó con casi una hora de retraso debido a la niebla que obligó a desviar a Hondarribia su vuelo. Desde allí llegó al Palacio de Navarra en coche.

Nuevos jardines. El presidente es primer jefe del Ejecutivo central que visita el Palacio de Navarra desde 1952. Sánchez tuvo el honor además de estrenar los nuevos jardines, en obras desde 2016. El coche oficial pudo acceder por la calle San Ignacio hasta la escalinata principal, donde fue recibido por la presidenta.

Ana Ollo, en la UCI. En el acto contó con la presencia de todos los consejeros menos la titular de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, ingresada en la UCI por covid-19.

Goñi y Asiáin, entre los invitados. El acto de Pedro Sánchez ayer en Baluarte contó con representación de distintos agentes sociales y económicos. Entre ellos el alcalde de Pamplona, el delegado del Gobierno y la vicepresidenta del Parlamento; sendos representantes de UGT, CCOO, CEN y la Cámara de Comercio; los rectores de la UN y la UPNA; así como de colectivos como UPTA, FNMC, ATA y CERMIN. También empresas como Volkswagen, Viscofan, Cinfa, Mtorres, Grupo AN y Congelados Navarra. Entre los invitados se encontraban igualmente Enrique Goñi, como representante de Criteria, y José Antonio Asiáin, del Bufete AJA.

"Decimos adiós al pasado. Entre avanzar o continuar igual, el Congreso ha decidido avanzar"

Presidente del Gobierno