- El PSOE impidió ayer con su voto que prosperara en el Congreso de los Diputados la proposición no de ley sobre las lenguas cooficiales, que reclamaba que los hablantes de estos idiomas tengan los mismos derechos que quienes hablan el castellano. Los socialistas se unieron así a la derecha para tumbar esta propuesta -que contaba con el apoyo de diez grupos parlamentarios-, alegando que algunos de sus puntos eran contrarios a la Constitución.

La propuesta sí fue apoyada por el socio minoritario del Ejecutivo español, Unidas Podemos, pero el PSOE optó por desmarcarse finalmente y presentar una enmienda que, al no contar con el visto bueno del resto de formaciones, culminó con el voto negativo de los socialistas a la moción original.

Los impulsores de la iniciativa, que instaba al Gobierno español a que las lenguas propias tengan el mismo reconocimiento que el castellano y a garantizar que los funcionarios que presten servicios en territorios con esta realidad lingüística tengan conocimiento de esa lengua, lamentaron en particular la actitud de los socialistas, al entender que una formación que se dice progresista no puede bloquear una iniciativa de estas características en sede parlamentaria.

"Nos parece inconcebible que un Gobierno que apuesta por el bienestar social haga caso omiso a una propuesta que está basada en la justicia y la pluralidad", lamentaron las organizaciones culturales y lingüísticas de Euskadi, Catalunya, Galicia, Valencia, Asturias y Aragón que impulsaban la proposición no de ley.

Los socialistas, por su parte, justificaron su rechazo a la iniciativa alegando que tiene "algunos puntos que rozan la inconstitucionalidad". El PSOE trató de introducir una enmienda al texto pero, al ver que no generaba ningún tipo de consenso, optó en respuesta por tumbar el texto original.

Previamente a la votación, a las puertas del Congreso de los Diputados, representantes del PNV, EH Bildu, ERC, CUP, BNG, Junts, PDeCAT, Compromís, Más País y Unidas Podemos; acompañaron a las entidades que trabajan por el euskera, el catalán, el gallego, el aragonés y el asturiano, que agradecieron a los partidos que recogieran el guante de sus reivindicaciones y presentasen la proposición que se debatió ayer.

Representantes de las entidades leyeron el documento Plurilingüismo: libertad, igualdad y democracia en el que se sustenta la proposición y que también reclama al Ejecutivo que autorice a usar las diferentes lenguas entre las administraciones territoriales del mismo espacio lingüístico, dentro y fuera de las fronteras administrativas e impulsar y apoyar reformas estatutarias para oficializar las lenguas propias que aún no lo son en una parte o la totalidad del territorio donde se hablan.

La Plataforma per la Llengua, Òmnium Cultural, Kontseilua, A Mesa pola normalización lingüística, Nogara, Ciemen, Iniciativa pol asturianu y Acció cultural del País Valencià impulsaron el manifiesto que recoge, según dijo el portavoz Marcos Maceira, algo "muy elemental": "Que cualquier comunidad lingüística tiene derecho a usar su lengua en su territorio".

"Es hora de que el Estado español pase de la política declarativa a la real y ejecutiva. Si hay algo que desterrar en cualquier sociedad democrática es el racismo en todas sus formas", señaló el representante de los colectivos. Otro portavoz de las entidades, Pablo Ibao, agradeció a los partidos el apoyo a la propuesta y dijo que, más allá de las lenguas, es cuestión también de democracia, de pluralidad y de igualdad.