- El PP revalidó ayer sin ningún apuro su hegemonía en la Comunidad de Madrid, con una victoria dulce que deparó a Isabel Díaz Ayuso un impresionante crecimiento respecto a los resultados de las autonómicas de 2019. Así, los populares doblaron sus representantes y pasaron de los 30 escaños de hace dos años a 65 que les aseguran mantener el Ejecutivo, siempre que la extrema derecha de Vox se abstenga en la investidura. Tras su triunfo incontestable, Ayuso apuntó hacia la Moncloa y pronosticó el fin del sanchismo: “La forma de gobernar de Sánchez tiene los días contados”.

Así las cosas, la derecha se aseguró en estos comicios anticipados continuar los 26 años ininterrumpidos en el Ejecutivo regional, desde que en 1995 Alberto Ruiz-Gallardón desbancara al socialista Joaquín Leguina. De esta forma, el PP de Díaz Ayuso dispondrá de dos años más en la Puerta del Sol hasta la convocatoria ordinaria de 2023. En esta ocasión tendrá que contar con Vox como socio puntual, en lugar de Ciudadanos, muleta hasta ahora de Ayuso pero barrido del mapa anoche al no alcanzar la barrera electoral del 5%.

La noche electoral de los populares -a priori la última en una sede de Génova cuya venta ultima la formación conservadora- fue de carácter festivo y desenfrenado, ignorando por completo las restricciones por el covid-19. Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado comparecieron en el histórico balcón del edificio pasadas las 22 horas y ante una militancia exultante.

En su discurso, la presidenta madrileña miró más allá de la Comunidad de Madrid y argumentó que lo ocurrido ayer es un primer paso para desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa. “El sanchismo y su forma de gobernar tienen los días contados”, aseguró Ayuso, que se comprometió a “recuperar” desde Madrid “el esfuerzo, la convivencia y la unidad” que a su juicio necesita España. “El sanchismo no entra en Madrid, porque Madrid no se puede dirigir o controlar”, explicó la candidata del PP, antes de concluir que “todos los rincones del mundo nos miran con ilusión porque la libertad ha triunfado nuevamente en Madrid”.

Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, defendió que en estos comicios “se ha votado una forma de hacer política, de resolver problemas, de ocuparse de la salud y del empleo, y de reforzar el bienestar y el progreso” en Madrid. “Los ciudadanos han confiado en la forma de gestionar de Ayuso, han ganado la libertad, la concordia y la convivencia”, añadió Casado, que cree que su modelo se extenderá a todo el Estado: “Hoy Madrid ha hecho una moción de censura al sanchismo y a sus pactos con Bildu y su Gobierno con Podemos. Mañana la libertad ganará en toda España”.

En buena parte, la incontestable victoria del Partido Popular se debe al tirón actual de su candidata Isabel Díaz Ayuso, que lideró la lista de un partido en horas bajas en 2019 y logró in extremis sumar los apoyos de Ciudadanos y Vox para gobernar, a pesar de obtener en aquella convocatoria los peores resultados de los populares en la región.

Desde entonces, Ayuso le ha sacado rédito a su imagen y a su polémica gestión de la pandemia, convirtiéndose en un referente de una suerte de nacionalismo madrileño que ha espoleado masivamente al votante conservador de la Comunidad de Madrid.

Estos comicios eran además una apuesta personal de la presidenta madrileña, en busca de reforzar su posición y de un cambio de cromos en sus socios en el Gobierno. Así, Díaz Ayuso reemplaza a un Ciudadanos al borde de la extinción por un nuevo Ejecutivo que a priori será del PP en solitario, pero deberá sostenerse en la abstención o el apoyo de Vox para sacar adelante su programa.

“Todos los rincones del mundo nos miran con ilusión porque la libertad ha triunfado en Madrid”

Candidata del PP