- Los gestos de distensión entre los gobiernos catalán y español comienzan a ser recíprocos. Minutos después de conocerse ayer la carta en la que Oriol Junqueras defendía los indultos a los presos soberanistas y cuestionaba la vía unilateral, Pere Aragonès y Pedro Sánchez se emplazaban a una nueva etapa de diálogo y pacto, solo tres días después de su conversación telefónica y a la espera una inminente cumbre en la Moncloa. Su encuentro ayer con motivo de un acto empresarial en Barcelona evidenció el espíritu de mano tendida, coincidiendo en la necesidad de superar bloqueos y, como afirmó el líder socialista, “buscar juntos un nuevo nosotros”. Sin revanchas ni amenazas. Solo propuestas. La reconciliación.

“Estimado Pere”, se dirigió Sánchez en tono conciliador al Jefe del Govern, a quien ofreció ser “unos y otros generosos en nuestros esfuerzos”, aparcando la “dialéctica estéril” donde el citado “nosotros” sea “nuestro mayor éxito. “Es el momento ineludible de encontrar una solución a determinados problemas que nos ralentizan y que comprometen nuestra economía y nuestro éxito como sociedad”, apremió el Jefe del Ejecutivo español apelando a la “unidad” en busca de salir cuanto antes del bucle infinito en que está sumido el conflicto catalán. No es tiempo de “los unos y los otros”, se sinceró Sánchez. No hubo referencia expresa a la medida de gracia hacia los presos independentistas ni a las exigencias de negociación desde el Govern, la amnistía y la autodeterminación. Su discurso estuvo impregnado de un barniz conciliador, a la espera de que la mesa de diálogo avance, y trasladando a la ciudadanía el mensaje de que los esfuerzos para la “concordia” deben primar en contraposición a la actitud de enroque y confrontación que pondrá en marcha esta semana la derecha, con epicentro en la manifestación en Colón contra los indultos.

“Hemos vivido demasiado tiempo encerrados en posiciones estrechas, en callejones sin salida. No podemos seguir así: ha llegado el momento de dar pasos que nos permitan de una vez por todas avanzar y hacerlo con decisión, serenidad y un enorme sentido de justicia, buscando siempre el beneficio, la tranquilidad, la paz y la convivencia del conjunto de la ciudadanía por encima de la pequeñez de los intereses partidistas”, argumentó Sánchez, quien, eso sí, afeó al soberanismo que los años de procés solo han dejado “un triste balance de dolor, pobreza y estancamiento”. Por ello, “tengamos valentía y ejemplaridad”, pidió tanto a los responsables públicos como a los ciudadanos anónimos, para abandonar “posturas maximalistas” y así dotar a Catalunya de la “fortaleza” suficiente para afrontar los retos que ha dejado la pandemia. “No podemos fallar”, exhortó, cerrando su alegato con una reivindicación al pensamiento “a largo plazo y a los proyectos sostenidos en el tiempo, pensados no para acallar a las urgencias del ahora, sino para dar respuesta a las necesidades del mañana”.

Así recogió el guante que le había echado previamente Aragonès, quien percibe otra sintonía desde la Moncloa puesto que “nunca antes por parte del Estado se había recibido la necesidad de abordar un conflicto de esta naturaleza”. Por ello avaló el momento de sentarse y buscar consensos. “Es una oportunidad y creo que, sobre todo, es una obligación”, dijo sin obviar que habrá dificultades en el camino porque el objetivo sigue siendo el referéndum. “Es la hora de retomar el camino del diálogo y la negociación. No será fácil, creo que será muy difícil, extraordinariamente difícil”, admitió, en tanto que parten de posiciones alejadas y en un escenario donde “cuando se dice que algo se tiene que normalizar es que partimos de una situación que no es normal”.

En este sentido, el líder de Esquerra quiso recordar que para él “no es normal que haya presos políticos y exiliados y que Catalunya no pueda decidir su futuro”. El president entiende que el Gobierno de Sánchez tiene otra concepción del problema pero le animó a escuchar todas las opciones “con igual respeto y consideración”, sobre todo la de una sociedad catalana que reiteradamente se ha expresado en las urnas a favor de las tesis soberanistas. Motivo por el que llevará a la mesa de diálogo la autodeterminación y la amnistía. “Nos podemos situar en una posición inmovilista o en una posición favorecedora de soluciones. Claramente, el Govern se pondrá al lado de las soluciones y defenderemos nuestras propuestas. El Gobierno del Estado evidentemente defenderá las suyas pero la responsabilidad de todos es iniciar un camino para encontrar soluciones”, incidió el republicano.

La derecha española sigue mirando mientras para otro lado, el del rédito electoral. Mientras el PP cree que ERC sale “en auxilio” de un “desesperado” Sánchez; Vox considera que el líder del PSOE “se ha rendido y sometido al separatismo por mantenerse un año y medio más en el poder”. Cs censuró que el socialista “venderá a los españoles por un plato de lentejas”.

Desde el PNV, su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, ve en los indultos “una medida de justicia y políticamente inteligente”, y augura que “la situación catalana puede derivar hacia un “determinado clima en el que evidentemente también debería entrar en juego el estatus vasco”.

Posición de Sánchez Llibre. Durante el acto en el que Foment del Treball condecoró al editor Javier Godó por su trayectoria profesional, el presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, subrayó la “gran responsabilidad” de Pedro Sánchez y Pere Aragonès para “que vuelva la normalidad política”: “Dialoguen, no se cansen de dialogar, porque Catalunya y España lo necesitan”. “Los empresarios necesitamos estabilidad política, seguridad jurídica y estabilidad económica”, defendió, por lo que “ojalá este encuentro sea el inicio de la solución de la problemática”. Por ello, instó a exprimir “al máximo las complicidades entre gobiernos” de forma que “el resultado final sea un éxito”.

“Nos jugamos el futuro, que vendrá sin duda de la mano del reencuentro. No podemos fallar”

Presidente del Gobierno español

“Nunca antes por parte del Estado se había recibido la necesidad de abordar este conflicto”

President de la Generalitat

“Es la hora del acuerdo, otras vías no son viables ni deseables porque nos alejan del objetivo”

Presidente de ERC

“La situación catalana tiene visos de que pueda ir entrando en una senda de diálogo político”

Portavoz del PNV en el Congreso

“No podemos descartar caminos, hasta dónde yo sé el independentismo no renuncia al 1-O”

Vicepresidenta y portavoz de Junts