- La esperada cumbre Putin-Biden comenzó con una imagen que inspiraba poder e historia: ambos posaron rodeados de libros con siglos de historia y separados por una antigua bola del mundo, evocando una Guerra Fría para la que, ayer al menos, hacía demasiado calor en el húmedo verano ginebrino. Fueron cuatro horas de reunión en la que ambos presidentes llegaron a acuerdos como el regreso de los embajadores o la colaboración en ciberseguridad, pero donde hubo también espacio para el desencuentro, en este caso protagonizado por el disidente ruso Alexéi Navalni o la situación en Ucrania.

Asi, Putin anunció que los embajadores de EEUU en Moscú y de Rusia en Washington, John Sullivan y Anatoli Antónov, respectivamente, regresarán a sus lugares de trabajo próximamente. "Con respecto al regreso de nuestros embajadores a su lugar de trabajo, el de EEUU a Moscú y el nuestro a Washington, hemos acordado que vuelvan a sus labores", señaló en una rueda de prensa tras la cumbre. "En cuanto al calendario, mañana o el día después es un puro tecnicismo", recalcó Putin, quien añadió que el Departamento de Estado y el Ministerio de Exteriores de Rusia abordarán "todo el conjunto de la cooperación diplomática", porque se han acumulado muchas cuestiones.

Las tensiones entre el Kremlin y la Casa Blanca se dispararon en marzo después de que el presidente de EEUU llamara "asesino" a Putin, tras lo cual Moscú llamó a consultas a Antónov, y recomendó al responsable de la legación estadounidense que abandone el país. En abril Estados Unidos impuso sanciones a Rusia y expulsó a diez diplomáticos por su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2020, su supuesto papel en el ciberataque masivo de SolarWinds y sus acciones en Ucrania y Afganistán.

El Kremlin respondió con medidas similares, incluyó a EEUU en una lista de "países inamistosos", que implica que Washington no podrá contratar a personal local para sus representaciones diplomáticas en territorio ruso, y recientemente limitó el movimiento de diplomáticos estadounidenses en territorio ruso.

Otro de los acuerdos hace referencia a la ciberseguridad, según recalcó el presidente ruso. De este modo, Estados Unidos y Rusia iniciarán consultas sobre ciberseguridad tras las acusaciones estadounidenses sobre supuestos ataques desde territorio ruso. "Hemos acordado que comenzaremos consultas sobre esto (ciberseguridad). A mi modo de ver, esto es extraordinariamente importante", dijo Putin, que subrayó que en este ámbito "es necesario dejar de lado todo tipo de insinuación y comenzar a trabajar a nivel de expertos en interés de Estados Unidos y de Rusia". "En principio, hemos llegado a un acuerdo en esto y Rusia está preparada para ello", añadió el mandatario ruso, quien recalcó que el ámbito de la ciberseguridad es muy importante para el mundo en general.

Putin indicó que Rusia también sufre ciberataques y citó como ejemplo un ataque contra el sistema sanitario de una de las entidades federadas rusas. "Desde luego, vemos desde dónde proceden los ataques, vemos que este trabajo se coordina desde el ciberespacio de Estados Unidos", señaló.

Al mismo tiempo, Putin manifestó que no cree que Estados Unidos esté "interesado en manipulaciones de ese tipo".

Sin duda, uno de los temas estrella de la reunión fue la situación y el futuro del disidente ruso Alexéi Navalni.

El presidente Biden reveló que le transmitió a Putin que las consecuencias serán devastadoras para Rusia si muere el opositor ruso. Biden hizo estas declaraciones en una rueda de prensa tras la cumbre de y poco después de que el ruso diera la suya por separado. Según Putin, Navalni infringía deliberadamente las leyes rusas. Ante la situación del opositor ruso, Biden se preguntó en su rueda de prensa: "¿Qué piensan que ocurre cuando él (Putin) dice que no es por dañar a Navalni, y todas las cosas que dice para racionalizar el tratamiento a Navalni, y luego muere en prisión?".

Por su parte, Putin afirmó que Alexéi Navalni infringía deliberadamente las leyes rusas aunque era consciente de que el castigo sería la cárcel. "Los órganos del poder lo citaron, pero él no se personó, ignoró la ley y fue declarado en búsqueda", señaló Putin, que añadió que, pese a ello, Navalni regresó a Rusia de Alemania, donde se recuperaba del envenenamiento con un agente tóxico del grupo Novichok que sufrió en agosto de 2020. "Parto de la premisa de que quería ser detenido, era consciente de ello", aseguró Putin.

El jefe del Kremlin reconoció que el tema de derechos humanos y la situación de Navalni fueron abordados en la cumbre por iniciativa de la parte estadounidense. "El presidente Biden mencionó el tema de los derechos humanos y de las personas que creen representar estos asuntos en Rusia", dijo Putin.

El líder ruso también comentó la reciente ilegalización del Fondo de Lucha contra la Corrupción de Navalni en Rusia al asegurar que esa organización "hizo llamados públicos al desorden, incitó públicamente a menores a participar en manifestaciones callejeras y dio instrucciones sobre cómo fabricar cócteles mólotov para usarlos contra agentes del orden".

Asimismo, Biden reveló que acordaron recurrir a la diplomacia para resolver sus diferencias sobre Ucrania, en base al acuerdo de Minsk. También "le comuniqué el compromiso inquebrantable de EEUU con la soberanía e integridad territorial de Ucrania", apuntó el máximo mandatario estadounidense.

Con todo, Biden afirmó que ve "perspectivas genuinas" de mejorar significativamente las relaciones con Rusia . "Creo que hay unas perspectivas genuinas de mejorar de forma significativa las relaciones entre ambos países sin que ninguno renuncie a ni una sola cosa basada en sus principios y valores", indicó el presidente de EEUU.

Además, aseguró que ni él ni Putin quieren una nueva Guerra Fría. "Está claro que no es en interés de nadie", reflexionó. Y fue más allá: "Creo que lo último que él (Putin) quiere es una Guerra Fría". Aun así, advirtió de que no es que hayan acordado cosas y que "de repente" vayan a funcionar. "No estoy diciendo eso", avisó. En este sentido, adelantó que los próximos meses supondrán una prueba para ver si la conversación de ayer sirve para acercar a ambos países.

Por su parte, Vladímir Putin aseguró que no puede hacerse ilusiones sobre una mejora de las relaciones con EEUU, pero consideró que hay "destellos" de luz. "Nuestro encuentro transcurrió en una clave de principios, nuestras valoraciones difieren en muchos aspectos. Pero desde mi punto de vista, ambas partes demostraron el deseo de comprender el uno al otro y de buscar un acercamiento de las posiciones", afirmó.