- Moncloa alumbró la tradicional foto de familia del nuevo gabinete de Pedro Sánchez que celebró ayer su primer Consejo de Ministros. La mirada se encamina ya hacia la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE), centrados en la recuperación tras la crisis sanitaria y el impulso de la transformación y modernización de la economía en el Estado. El Gobierno se halla ya perfilando el techo de gasto, una labor conjunta entre la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, y la responsable de Hacienda, María Jesús Montero, para una vez tenerlo listo proceder a atar los acuerdos parlamentarios necesarios “para sacar adelante unas Cuentas que respondan a lo que el país necesita”. Evidentemente, con el bloque de la investidura. La ministra de Asuntos Económicos y Transformación digital no detalló cuándo se validará el límite de gasto no financiero de los Presupuestos pero sí que pidió apoyo a las formaciones políticas. “Hay que remar en la misma dirección”, señaló Calviño.

Eso sí, para empezar los socios del Ejecutivo tendrán que resolver sus discrepancias respecto a la reforma fiscal. Nada nuevo, ya que el pasado año las diferencias respecto a la distribución de los impuestos lastraron las negociaciones de las Cuentas de 2021, que al final salieron con el apoyo de ambas formaciones, acuerdo mediante, y con una amplia mayoría en el Congreso. Unidas Podemos ya le ha trasladado a los socialistas que su intención es la de llevar la reforma pactada en el acuerdo de coalición al ejercicio presupuestario del próximo año, sobre todo después de que renunciara la anterior ocasión a una reforma integral de la fiscalidad. De la oposición nada se puede esperar. Cs y Vox han adelantado que ni estudiarán el proyecto de Presupuestos y el PP se refugia en un simple “habrá que verlos”, pero cualquier cesión no cabe en su estrategia de obstaculización.

La vicesecretaria de Organización de los populares, Ana Beltrán, precisó que se analizarán “en profundidad” pero pronosticando que Sánchez “los hará cercanos a los intereses de los independentistas y de Bildu-Batasuna, a los que debe estar sentado en el sillón de la Moncloa”. El argumento sobre el que hilan cualquier discurso. “Veremos lo que hay detrás”, añadió, para destacar que ahora lo importante es el reparto de los fondos europeos que se recibirán de Bruselas para que ese dinero se reparta “de forma justa y solidaria”. Se trata de aplicar criterios “objetivos y transparencia” y el PP estará “muy vigilante, afirmó Beltrán.

Precisamente, los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) dieron luz verde al plan de reformas e inversiones del Gobierno de Sánchez para acceder al fondo anticrisis de la Unión Europea, lo que en la práctica supondrá desbloquear el pago de los primeros 9.000 millones de euros, que deberían llegar este mismo verano en forma de anticipo. A España le corresponden unos 140.000 millones de euros del fondo de recuperación de 800.000 millones con el que la UE quiere sacar a las economías europeas de la crisis provocada por la pandemia y al mismo tiempo acelerar las transiciones verde y digital. A lo largo de 2021 está previsto que se reciban en torno a 19.000 millones.

Presupuestos, Vivienda y Memoria Histórica son los retos inmediatos que afronta el remodelado Ejecutivo de Sánchez. El líder del PSOE ha mantenido intacto a su equipo económico y ha ascendido a Nadia Calviño. También mantiene a José Luis Escrivá, pese a su desgaste y el malestar del PNV por no concretarse el traspaso del IMV, en un momento en el que la reforma del sistema de pensiones es uno de los desafíos de Seguridad Social para los próximos meses. Además, la carrera por recoger el aval de sus socios de investidura tiene otro obstáculo en Catalunya, el placet de los partidos soberanistas. Esquerra avisa de que no vinculará el desarrollo de la mesa de diálogo con los Presupuestos, y que confía en que la vía de negociación y pacto avance incluso si dan portazo a las Cuentas. Junts no entiende que se pueda aceptar un proyecto presupuestario si Moncloa se niega a debatir de la amnistía y la autodeterminación. Y la CUP dice que no formará parte de ningún “frente común” que sirva para “facilitar la gobernabilidad” de España pero sí si este sirve para “desestabilizar” y conseguir un referéndum. Desde el PDeCAT, la mitad de la representación posconvergente en el Congreso, no salen de su asombro por el hecho de que Sánchez haya apartado a Miquel Iceta de Política Territorial, lo que cuestiona el cacareado modelo federal que enarbola el PSOE, y apuntan que aún es “temprano” para posicionarse sobre las Cuentas.

“Serán las Cuentas que este país necesita y pedimos a todos remar en la misma dirección”

Ministra de Asuntos Económicos

“Los Presupuestos serán cercanos a los intereses de los independentistas y de Bildu-Batasuna”

Vicesecretaria de Organización del PP

“Nuestra predisposición es la misma que con los de 2021, habrá que ver el grado de cumplimiento”

Portavoz del PDeCAT en el Congreso

“No estaremos en un frente común que facilite la gobernabilidad; solo si sirve para desestabilizar”

Diputado de la CUP en el Parlament