- Cuando todavía están por cuantificarse en su justa medida los daños colaterales provocados por el acuerdo del PSOE y el PP para renovar los órganos constitucionales, dicho pacto llegó ayer a su meta final en su punto más controvertido, los cuatro nuevos miembros del Tribunal Constitucional. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó su nombramiento, una vez superado el trámite parlamentario; todos juraron o prometieron su cargo ante el rey Felipe VI; y finalmente acudieron al acto de toma de posesión en la sede del alto Tribunal. Dos de ellos, los candidatos del PP Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, han acaparado todas las miradas en las últimas semanas por un historial que rebosa vínculos con los populares.

Las informaciones en este sentido, sobre todo relacionadas con Arnaldo, han sido innumerables en las últimas fechas, pero en un resumen a vuelapluma se pueden destacar sus trabajos para FAES, la fundación que encabeza José María Aznar, y el hecho de que fuera imputado en una de las piezas del caso Palma Arena. En cuanto a Espejel, fue apartada del juicio de Gürtel por sus evidentes conexiones con el PP. También se ha repetido hasta la saciedad que María Dolores de Cospedal, cuando era secretaria general de los populares, se refirió a ella como “querida Concha” durante un acto.

La enorme polvareda política que ha provocado este proceso alcanzó su máxima expresión en el Pleno del Congreso del pasado día 11 en el que se votó su nombramiento, y donde no participaron grupos como Vox, Ciudadanos, ERC, PNV, EH Bildu y BNG, como gesto de rechazo al pacto alcanzado entre PSOE y PP con el aval de Unidas Podemos. Más aún, entre estos últimos grupos se produjeron once incumplimientos de la disciplina de voto, incluyendo al socialista Odón Elorza y Cayetana Álvarez de Toledo, del PP.

La clara división entre los cuatro candidatos resultó evidente incluso en las formas, durante la ceremonia celebrada en la Zarzuela: mientras Arnaldo y Espejel juraron su cargo, los aspirantes elegidos por el PSOE, Inmaculada Montalbán y Juan Ramón Sáez Valcárcel, optaron por la fórmula de prometer su nombramiento ante el rey. En el acto estuvo también presente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como el presidente saliente del TC, Juan José González Rivas, el del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien ejerció de notaria mayor.

Ya durante la toma de posesión de los cuatro en la sede del TC, González Rivas dijo en su discurso de despedida que la labor de los magistrados debe ser “honesta, constante y discreta”, y que deben “dar ejemplo” y garantizar los principios constitucionales. El BOE también publicó los nombramientos de otros dos órganos constitucionales, el Defensor del Pueblo, en la figura de Ángel Gabilondo, y el Tribunal de Cuentas.

Votación secreta. El Tribunal Constitucional celebrará esta tarde un Pleno para elegir a sus nuevos presidente y vicepresidente en una votación secreta. Según un acuerdo de consenso entre los magistrados, el presidente será el conservador Pedro González-Trevijano, mientras que el vicepresidente será el progresista Juan Antonio Xiol Ríos. No obstante, el mandato de González-Trevijano puede ser efímero, puesto que está ya en el último de los nueve años por los que fue nombrado magistrado del TC. De hecho, debería abandonar el órgano el próximo mes de junio cuando el Gobierno español y el Consejo General del Poder Judicial procedan a la renovación de otros cuatro magistrados.