- El Parlamento de Navarra arrancó ayer el debate de enmiendas al presupuesto, y lo hizo con el guión establecido. Las cinco fuerzas que apoyan al Gobierno sumaron sus votos para sacar adelante las 62 enmiendas que habían presentado y rechazar todas las que había planteado Navarra Suma. Una dinámica que previsiblemente se repetirá a lo largo de la semana durante el debate en comisión y que culminará el próximo día 23 con la aprobación de los Presupuestos para 2022. Serán los séptimos consecutivos y los terceros del Gobierno de María Chivite.

A lo largo de toda la semana PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra se apoyarán mutuamente para sacar adelante más de 300 enmiendas, por un valor total cercano a los 15 millones. Inversiones pequeñas, de una media de 50.000 euros, pero que servirán para mejorar infraestructuras y financiar colectivos y entidades locales, sociales y culturales. En principio no estaba previsto, pero es posible que algunas de las partidas acaben modificadas para destinar los fondos a nuevas urgencias provocadas por las inundaciones.

No hubo margen ayer, y habrá escaso en los próximos días, para las enmiendas de la derecha, que un año más ha quedado fuera del acuerdo global. De entrada porque el dinero que el Gobierno ha habilitado a sus socios para financiar las enmiendas es limitado. Pero sobre todo porque Navarra Suma ha vuelto a optar por una actitud de oposición frontal a los socios de gobierno que ayer volvió a subrayar su portavoz en Economía, Juan Luis Sánchez de Muniáin. "Estos son unos presupuestos que se corresponden a un acuerdo cerrado del pentapartito. Confunden gestionar con gastar, y todas sus enmiendas son parches para arreglar las ineficiencias que ustedes mismos han generado", censuró.

La crítica encontró sin embargo la réplica tanto de PSN como de Geroa Bai, que recordaron que es "bueno y necesario" poder llegar a acuerdos, y que estos Presupuestos tienen una clara apuesta social y son claves para la reactivación económica. "La apuesta por el diálogo y el consenso está más viva que nunca y trae buenos acuerdos para Navarra", defendió la socialista Ainhoa Unzu. "Se han quedado en la irrelevancia total. Ustedes sabrán a dónde quieren llegar, pero con su oposición ruidosa no consiguen nada para Navarra", reprochó Mikel Asiain (Geroa Bai) a Navarra Suma.

La primera jornada de debate sirvió para ajustar algunas cuestiones de carácter técnico en el articulado de la Ley de Presupuestos. Por ejemplo, para "disipar dudas jurídicas" y "respetar la autonomía" de la UPNA a la hora de gestionar sus presupuestos. También para dotar de mayor flexibilidad al departamento de Vivienda para gestionar las ayudas europeas o para delimitar las guardias en festivos del personal de Osasunbidea mientras culmina la negociación sindical. Todas fueron aprobadas por unanimidad.

También se avanzó en la creación de la nueva televisión pública, un agregador de contenidos audiovisuales para el que los Presupuestos de 2022 recogerán fondos para un estudio de viabilidad, así como para un plan de despoblación que contará con 240.000 euros con los que se prevén financiar entre cuatro y seis proyectos piloto vinculados al desarrollo social y económico de localidades de menos de 250 habitantes.

Los socios del Gobierno refrendaron así, con mayor o menor entusiasmo, su apoyo político a los Presupuestos. Tanto Podemos como Izquierda-Ezkerra defendieron que estos son unos Presupuestos positivos para Navarra que avanzan en la justicia social y mejoran los servicios públicos, aunque lamentaron que no se haya avanzado más en política fiscal. "Le damos un suspenso a la política tributaria", criticó Marisa de Simón.

Menos entusiasta fue Adolfo Araiz, que admitió que el presupuesto tiene luces y sombras, pero suficientes elementos positivos como para facilitar su aprobación. "Estos no son los Presupuestos que hubiéramos hecho nosotros. En algunas cuestiones se quedan cortos y les falta ambición, pero hay un hilo conductor con los Presupuestos anteriores y es importante su aprobación", argumentó el portavoz de EH Bildu.

Matices en el seno de una mayoría parlamentaria que sin embargo se mostró ayer cohesionada en todas y cada una de las votaciones. Que a lo largo de la semana dejará visto para sentencia el tercer presupuesto de la legislatura, y también su política fiscal, en una muestra más de estabilidad ante los inciertos meses que vienen por delante.

ETA, corrupción y políticas de Igualdad . Tenían que debatir de Interior y Función Pública, acabaron discutiendo sobre ETA y la Policía Foral. Comenzó José Suárez (Navarra Suma) criticando que el Gobierno pacte el presupuesto con quienes "no condenan el crimen político de ETA", y a quienes "pagan cada mes el peaje debido para que Chivite sea presidenta". "Tienen que sacar a ETA en el debate presupuestario para tapar su irrelevancia", replicó la socialista Inma Jurío, que recordó que Suárez es miembro del PP, "el único partido condenado por corrupción". Más tensa fue la discusión entre Isabel Olave (Navarra Suma) y Patricia Perales (EH Bildu). La primera criticó el "papelón" del resto de grupos por apoyan las enmiendas de EH Bildu en Igualdad después de que un concejal de la formación haya sido condenado "por agredir a dos mujeres", en referencia la edil pamplonés Joxe Abaurrea. "Papelón el suyo, que no tiene nada de lo que hablar en Igualdad y saca esto", replicó Perales.

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