- El caso por la muerte de Iñigo Cabacas en abril de 2012 como consecuencia del impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza volvió ayer al Parlamento Vasco por iniciativa de EH Bildu. El motivo genérico, conocer qué “medidas ha adoptado el Departamento de Seguridad” tras la muerte del joven de Basauri, se tradujo en la exigencia de “consecuencias disciplinarias individuales” para los seis agentes que se sentaron en el banquillo de los acusados, una vez el juicio se resolvió con tan solo una condena, mientras que el resto fueron absueltos.

Es decir, el parlamentario abertzale Julen Arzuaga quiso conocer el estado de la investigación interna en la Policía vasca, y calificó de “decepcionante” y “obscena” la respuesta del consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que aseguró que el proceso está “totalmente cerrado” en el caso de cinco agentes porque ya están fuera del cuerpo. Solo uno de los encausados sigue siendo funcionario, y su expediente se resolverá “en los próximos días”.

Los padres de Cabacas, Manu y Fina, acudieron a la comisión parlamentaria junto a sus abogados.

El procedimiento judicial está “cerrado” con una “sentencia firme” que establece un “relato de los hechos”, admitió Arzuaga. Pero la condena al agente de mayor rango al mando del operativo a dos años de prisión y cuatro de inhabilitación no satisfizo a la familia, que se ha sentido “humillada y maltratada”, según el parlamentario, al no tener efectos prácticos, ya que para entonces ya no formaba parte de la Ertzaintza.

A finales del pasado diciembre el Tribunal Supremo confirmó esta condena por homicidio imprudente, aunque en abril la Audiencia de Bizkaia suspendió su ejecución, por lo que no entró en la cárcel.

Erkoreka explicó que el mando condenado se dio de baja, por lo que al no ser ya funcionario no se le puede pedir ninguna responsabilidad disciplinaria. De los otros cinco agentes juzgados, cuatro están de baja por incapacidad laboral y han visto sus expedientes archivados por la misma razón. Queda un ertzaina de base en activo que, según el consejero, se limitó a cumplir con las órdenes que le dieron y, tal y como asegura el fallo judicial, es imposible determinar quién lanzó la pelota de goma. Añadió que fue absuelto, por lo que es difícil saber si cometió una infracción.

En cuanto a los grupos, PP+C’s criticó que la comparecencia fue una “continuación del juicio penal” y una “enmienda a la totalidad a la actuación de la Ertzaintza”, mientras Elkarrekin Podemos-IU reclamó una “reflexión” y una “reparación parcial” dentro de la Ertzaintza y de los propios políticos. El PSE vio “correctas” las explicaciones de Erkoreka y el PNV insistió en que “no es posible ni legal imponer medidas disciplinarias a quien no se le han podido aplicar” por la vía penal.