- Chile da continuidad al voto de izquierdas que surgió del plebiscito sobre la nueva constitución en 2020. Poco más de un año después de aquella cita, el diputado de izquierda Gabriel Boric ha sido elegido como el nuevo presidente del país, al que le tocará liderar la transición hacia el modelo de país de la futura carta magna y abordar los anhelos de cambio social que le han aupado al mandato, tras derrotar holgadamente este domingo al ultraderechista José Antonio Kast en unas polarizadas elecciones.

Boric, de 35 años y descendiente por parte paterna de inmigrantes croatas, arrasó en los comicios, con el 55,86 % de los votos frente al 44,14 % de su contrincante y sumó a Chile al grupo de países latinoamericanos que han girado a la izquierda en los últimos años, junto a Argentina, Bolivia, Honduras, México y Perú.

El nuevo presidente encarna un cambio de era política en un país que deja atrás a las tradicionales coaliciones de centroderecha y centroizquierda que se han repartido el poder en los últimos 30 años y entrega por primera vez ese liderazgo a una formación de reciente creación que recoge el descontento ciudadano con las instituciones.

Representa a esa generación que apenas vivió bajo el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y que repudia el modelo neoliberal consagrado por el dictador y el grupo de economistas conocidos como los ‘Chicago Boys’, al que unos atribuyen el despegue de la economía chilena y otros un grado altísimo de desigualdad. Boric aspira a transformar el país en un Estado de bienestar con pensiones solidarias, salud universal e impulso de derechos sociales por las minorías y el medioambiente. “Estamos ante un cambio de ciclo histórico”, afirmó Boric en su primer discurso.

Fue el reclamo de estos cambios por lo que el país estalló en una ola de protestas en 2019 y Boric, abanderado del Frente Amplio y el Partido Comunista, el candidato que prometía transitar hacia ese nuevo Chile. Pero, tras llegar al domingo en segundo lugar, con el 25,83 % de los votos por los 27,91 % en primera vuelta de Kast, Boric necesitó hacer concesiones al votante de centroizquierda para tomar el voto de electores que no quieren una revolución, pero que vieron en en el joven político una opción menos mala que la del ultraconservador.

Boric chocará también con un Congreso muy fragmentado, pero en el que la suma de izquierda y derecha está casi empatada, lo que obligará a arduos acuerdos y negociaciones para avanzar. Pactos que se antojan necesarios en un país cuya economía está previsto que crezca alrededor del 12 % este año, pero a la que el Banco Central del país proyecta una fuerte desaceleración para los dos próximos años.

El triunfo de Boric fue recibido con indisimulada alegría en numerosas capitales del continente y también de Europa, donde se temía una victoria de Kast, que había irrumpido en la esfera política con un discurso cercano al de la extrema derecha. Así, desde Argentina, el presidente Alberto Fernández apuntó a la colaboración con el nuevo mandatario para “fortalecer los lazos” que unen a ambos países y combatir la “desigualdad.“Me alegro por otra victoria de un candidato democrático y progresista en nuestra América Latina”, destacó Lula Da Silva, que aspira a prorrogar el buen momento de la izquierda en las elecciones brasileñas del próximo año, cita en la que los sondeos le dan como favorito frente a Jair Bolsonaro.

Desde Europa, el jefe de la diplomarcia de la UE, Josep Borrell, mostró su deseo de “fortalecer aún más” las relaciones con el futuro Gobierno de Chile. “Somos socios y juntos somos más fuertes”, añadió. Por su parte, el Gobierno español incidió en la misma línea y espera trabajar con el nuevo Gobierno chileno “para poner en marcha políticas sociales, justas, sostenibles y feministas, que se traduzcan en el progreso de ambas sociedades”.

Estado de Bienestar. El presiente electo propone un sistema de salud público de contribución universal y un modelo de pensiones que no esté gestionado por las actuales entidades lucrativas.

Fiscalidad. Boric propone aumentar la recaudación un 8 % del PIB en ocho años. Su plan pasa por mejorar la progresividad impositiva, imponer un gravamen especial a los superricos, y crear impuestos verdes.

Medio Ambiente. Crítico acérrimo del modelo extractivo de materias primas que ha imperado en las últimas décadas, quiere garantizar el suministro de agua mediante una reforma hídrica.

Igualdad. Boric defiende el aborto legal, libre y gratuito, una demanda del colectivo feminista en Chile, y se ha comprometido a apoyar los derechos de la mujer.

Derechos Humanos. Con respecto a las denuncias sobre violencia policial, Boric busca reforzar las investigaciones y mejorar los programas de reparación.