- El lehendakari, Iñigo Urkullu, reconoció en su discurso de año nuevo que “no está siendo fácil” encontrar el “equilibrio” entre salud pública, económica y social y asumió “las críticas” a su gestión de la pandemia, pero defendió que ahora el “país necesita permanecer y actuar unido” para superar esta sexta ola de covid-19.

El tradicional mensaje del lehendakari estuvo marcado por la pandemia, en plena explosión de casos por la variante ómicrom que ha llevado al Gobierno Vasco a introducir nuevas medidas aprobadas por el TSJPV. Urkullu explicó que el “compromiso prioritario” de las instituciones en este tiempo “ha sido responder a la pandemia” y que la “prioridad” de los vascos es “la salud pública y también la atención a las personas más vulnerables” aunque la sociedad también “demanda mantener un equilibrio” entre salud pública, emocional, económica y social.

“Reconozco que este equilibrio no ha sido fácil, no está siendo fácil”. Asumo las críticas recibidas, comprendo y comparto la desazón por no poder ofrecer soluciones y certezas ante esta pandemia que es una prueba de esfuerzo permanente”, expuso el lehendakari, que es “consciente del esfuerzo realizado” y de las “consecuencias de las medidas adoptadas”. “En todo caso, lo que no hay es vacuna contra el populismo o la demagogia ante una realidad que nos afecta a todos por igual”, advirtió Urkullu, al tiempo que subrayó que “si en algún momento de la historia un país necesita permanecer y actuar unido, este es ese momento”.

La pandemia plantea un “dilema” a la sociedad: individualismo frente a comunidad, desigualdad frente a cohesión e “inhibición frente a corresponsabilidad”. El lehendakari se mostró convencido en este sentido de que “Euskadi es una comunidad comprometida” que actúa con corresponsabildad.

“Es el momento de poner en común lo que nos une frente a lo que nos separa” y de “poner por delante el bienestar general”, para lo cual es “fundamental” la contribución de cada persona. Apeló por ello a “mantener un esfuerzo individual y colectivo” para superar esta sexta ola.

El lehendakari, que comenzó su mensaje con un recuerdo a los muertos por covid y a sus familias y con un reconocimiento al personal sanitario, sociosanitario y al frente de los servicios esenciales, constató que la pandemia está dando una “lección de humildad”.

“Humildad para reconocer que, a pesar de haber insistido en ello, no he sabido explicar a la sociedad que debemos aprender a vivir con el virus presente durante un largo tiempo, y que debemos aprender a vivir de otra manera”, pero también humildad para reconocer que se sabe poco de la covid y para reconocer que “mientras no se vacune toda la población mundial, seguiremos afectados por diferentes variantes”, expuso.