El parlamentario navarro y líder del sector crítico de EA, Maiorga Ramirez, considera que la propuesta para su expulsión y la de los coordinadores territoriales del partido no es sino "una maniobra desesperada de controlar" el congreso después de que el aparato haya constatado en los debates de las organizaciones locales "su debilidad".

El sector de Eba Blanco "pretende compensarlo mediante la represión interna", afirma Ramirez en declaraciones a Efe, en las que subraya que la practica totalidad de las asambleas locales de Navarra, así como en las de Bilbao, Vitoria y San Sebastián, entre otras, han triunfado las tesis del sector crítico, en el que se encuentra también el exlehendakari Carlos Garaikoetxea y que defiende la personalidad propia de EA aunque forme parte de EH Bildu.

Para Ramirez son unas expulsiones planteadas "de forma precipitada y sin garantizar el derecho de defensa" ante un proceso de primarias para elegir secretario general y nueva dirección para EA, por lo que ha asegurado su "compromiso por devolver" al partido "a la senda de la democracia interna y la transparencia".

Al respecto señala que a las expulsiones hay que sumar "grandes déficits democráticos y de transparencia absolutamente inaceptables" como el hecho de que a cuatro semanas del congreso no sepan dónde se va a celebrar ni cuántos compromisarios hay y en representación de qué organizaciones locales van a tener derecho de voto, o que no se les permita revisar las actas, "un derecho reconocido en los estatutos", o no se haya abierto el plazo para las candidaturas a las primarias.

En este sentido recuerda que tanto los tribunales internos como los ordinarios "han sentenciado la falta de democracia interna en EA", en especial la Audiencia de Álava, que vio vulnerado el derecho de asociación de Maiorga Ramirez y ordenó la anulación del nombramiento de Blanco como secretaria general y la celebración de un nuevo proceso de primarias.

Por eso califica la situación de "auténtico esperpento", ya que "quien ha vulnerado los derechos pretende expulsar a la víctima de esa vulneración", y teme que recurrido el asunto al Supremo las expulsiones puedan pretender ahora "dejar sin efecto" una "más que probable sentencia condenatoria del sector de Eba Blanco".

Esperaba más de EH Bildu

Con este escenario, Maiorga Ramirez se muestra convencido de que es necesaria "una EA fuerte y con personalidad propia en EH Bildu" para evitar "su identificación exclusiva con la Izquierda Abertzale", al tiempo que defiende que una vulneración de derechos democráticos "debe ser censurada antes, ahora y en todo lugar" y por eso le hubiera gustado ver a EH Bildu "con una actitud pública crítica" con lo sucedido y exigente con una "solución democrática de las controversias".

Pese a ello, reafirma su compromiso de "mantener la estabilidad y trabajar con lealtad en el grupo (parlamentario) y en el trabajo institucional de EH Bildu", que ayer a través de Adolfo Araiz dijo que "desconocen" la situación concreta del expediente abierto a los críticos de EA pero que en todo caso hay que "diferenciar los ámbitos de decisión".