- El Gobierno de Navarra da por bueno el plan de respuesta a la crisis energética e inflacionaria que ha provocado la guerra en Ucrania, y descarta medidas adicionales, al menos a corto plazo. “Valoramos muy positivamente las medidas aprobadas por el Gobierno de España”, enfatizó ayer el portavoz del Ejecutivo foral, Javier Remírez, que considera suficiente la respuesta “quirúrgica” que han dado tanto el Gobierno de María Chivite como el de Pedro Sánchez. Lo que ahora toca es “monitorizar” la evolución económica para valorar si es necesario tomar alguna ayuda adicional o de control del gasto público.

Quizá ayer no fuera el mejor día para insuflar optimismo, con la inflación disparada y dudas generalizadas sobre cómo se va a implantar el nuevo paquete de medidas y el temor a que su impacto no sea suficiente ante una situación marcada por la incertidumbre. Pero el Gobierno foral insiste en que, pese a la gravedad, la situación está controlada.

Hay una evidente sintonía política e ideológica entre el Gobierno de Chivite y el de Pedro Sánchez que empuja hacia el cierre de filas, y que ayer llevó al portavoz del Ejecutivo foral a ensalzar, no solo el plan aprobado por el Consejo de Ministros, sino la respuesta que se ha dado desde el ámbito europeo. Y que incluye, a propuesta del Gobierno español, el reconocimiento de la península ibérica como una “isla energética”, abriendo la puerta, previa autorización de Bruselas, a limitar el precio de la luz . “Todo ello está en la línea de propuestas que este Gobierno elevó al de España tras las reflexiones que recogió en las reuniones que mantuvo con los agentes sociales y de la mesa de partidos”, subrayó.

El mensaje oficial trata de calmar así la preocupación creciente que se percibe en la calle, y que ha provocado el malestar de algunos sectores económicos. “Estamos viendo que las instituciones, tanto a nivel europeo como a nivel español, como también el Gobierno de Navarra, responden. Nos hacemos cargo de la situación de la población, los impactos que está teniendo esta crisis especialmente intensificada a raíz de la invasión rusa de Ucrania en el conjunto de la ciudadanía, las familias y las empresas”, apuntó ayer Remírez, que subrayó que “se están tomando medidas ajustadas, quirúrgicas, dirigidas especialmente a los colectivos más vulnerables de la sociedad y también a aquellas empresas y sectores que están sufriendo los impactos de esta situación energética”.

El Gobierno de Navarra asume por lo tanto que con lo que se ha planteado hasta ahora es suficiente. Y recuerda que ya se han tomado medidas en Navarra, como los 30 millones en avales para empresas que ha habilitado Sodena a través de Sonagar y de Elkargi, o la reducción del IRPF aprobada en diciembre -y que en su mayor parte será efectiva en la renta de 2023-. “Recogemos con satisfacción este bloque de medidas, que se suman a otras medidas ya implementadas en el ámbito de la Comunidad Foral”, subrayó Remírez.

No habrá tampoco medidas de control presupuestario, aunque el Gobierno admite que deberá “reorientar las prioridades” para atender las nuevas urgencias. Algo que por ahora no concreta, y que dependerá también del impacto económico que las medidas aprobadas por el Estado tengan en las cuentas públicas de Navarra, y que están pendientes de cuantificar. “Actuaremos con responsabilidad y con seriedad”, señaló el portavoz, que pidió un voto de confianza recordando que, cuando en 2020 hubo que tomar medidas extraordinarias contra la Covid, el Gobierno foral supo reaccionar. “Hemos demostrado que sabemos gestionar las situaciones de crisis que nos ha tocado vivir en esta legislatura”, defendió Remírez.

Estimación “prudente”. A diferencia de otros organismos regiones o países, el Gobierno de Navarra mantiene su previsión de crecimiento económico. Según la estimación realizada a principios de año, la Comunidad Foral crecerá en 2022 un 5%, una cifra menor que la de 2021 (5,8%), pero importante. “Navarra hizo unas previsiones prudentes del cuadro macroeconómico, y también del horizonte presupuestario en cuanto a gastos e ingresos”, argumentó ayer Javier Remírez para explicar por qué el Gobierno mantiene sus previsiones. El crecimiento del PIB es la base sobre las que se estiman los ingresos y los gastos del Gobierno, por lo que una caída brusca podría complicar su ejecución. No es ese el escenario que maneja el Ejecutivo de Chivite, que confía en que Navarra seguirá creciendo y que habrá margen para tomar medidas adicionales si resulta necesario. “En el horizonte que tenemos y con los datos que tenemos no prevemos cambiar esa previsión”, subrayó ayer el portavoz.

El plan estatal es “muy satisfactorio”. El Gobierno foral no ve necesarias nuevas medidas. Considera que el plan estatal es “muy satisfactorio” y recoge las peticiones que había hecho Navarra.

Ya se han tomado medidas. Recuerda que ya se han tomado medidas antes. La rebaja en el IRPF de este año, los 30 millones en avales y la prórroga en la reducción del impuesto a la luz.

Hay que valorar su efecto y su impacto económico. No es bueno precipitarse, dice el Gobierno. Primero hay que analizar su impacto y cuantificar su coste. Navarra financiará parte de las ayudas del Estado.

Hacen falta medidas “quirúrgicas” y no generales. El objetivo es atender a los sectores más vulnerables y no medidas genéricas que pueden no ser efectivas.

Las previsiones no son malas. Pese a las circunstancias, el Gobierno mantiene su previsión de crecimiento para este año, que califica de “prudente”. Si fuera necesario, se revisará.