GASTEIZ. Siete mujeres y cuatro hombres son los elegidos para juzgar en Vitoria al acusado de asesinar a Alicia, la bebé de 17 meses a la que presuntamente tiró por la ventana, y que después trató de matar a la madre, en un juicio que ha arrancado hoy en la Audiencia de Álava.

La primera sesión de esta vista se ha dedicado a la elección de esas nueve personas y otros dos suplentes que formarán el jurado popular de este caso que conmocionó a Vitoria el 25 de enero de 2016, cuando ocurrieron los hechos.

Una vez elegido el jurado, la jornada se ha centrado en exponer la calificación de los hechos de cada una de las partes, que se ha visto condicionada por el auto dictado por el magistrado presidente del Tribunal del Jurado, Jesús Poncela, antes de esta vista.

En él limita los hechos que van a ser juzgados y argumenta que en el intento de matar a la madre no hubo alevosía ni ensañamiento, por lo que no se pueden pedir penas de asesinato en grado de tentativa como reclamaban las dos acusaciones particulares y la acusación popular que ejerce la Asociación Clara Campoamor.

Estas tres acusaciones y la Fiscalía se han reafirmado en pedir, por primera vez en Euskadi, la prisión permanente revisable para el acusado como autor de un delito de asesinato con alevosía a una bebé, lo que supondría pasar entre 25 y 35 años en la cárcel antes de que se revisara su pena.

La defensa alega que el presunto asesino padece una grave esquizofrenia paranoide no diagnosticada, que le provoca delirios y le hizo ver a la niña como una encarnación del mal, todo ello agravado por el consumo de cannabis y alcohol. Pide por ello que se le aplique la eximente completa por enajenación mental por un posible episodio psicótico agudo.

Mañana, en la segunda sesión de este juicio declarará el acusado, un profesor de música que tenía 30 años cuando ocurrieron los hechos. También testificará el padre de la pequeña fallecida y la madre, una joven de 18 años residente en Burgos.

Las acusaciones han recordado al jurado popular que el procesado conoció a la madre de Alicia dos meses antes a través de la red de contactos "Meetic", y quedó con ella en varias ocasiones, una de ellas la noche del 23 al 24 de enero en una casa rural en la provincia de Burgos.

Al día siguiente, el acusado volvió a invitarla a pernoctar en su piso en Vitoria a lo que finalmente accedió la joven junto a su hija. Estando ya en la capital alavesa, la madre de Alicia quiso volver de noche a su casa al "no parecerle correcta la actitud" del procesado, pero ante la larga espera que tenía que hacer para coger un autobús de vuelta decidió quedarse a dormir en casa del procesado.

Sobre las 3:30 horas, relata la Fiscalía, el acusado entró en el dormitorio en el que estaban durmiendo la joven y su hija. Tras sentarse sobre la cama, puso su mano en el pecho de la niña "presionando con fuerza".

Ello despertó a su madre, quien apartó la mano del acusado del cuerpo de su hija, momento en el que este se puso encima de la joven y comenzó a golpearla mientras le decía que la iba a matar. A continuación la arrastró al balcón-mirador de la casa, donde el acusado rompió uno de los cristales de un puñetazo.

En ese momento, la niña se acercó al mirador y el acusado de "manera sorpresiva" y "con intención de matarla" la lanzó por la ventana, situada a casi cinco metros del suelo, a través del hueco del cristal que previamente había roto, mantiene la Fiscalía. La pequeña sufrió un traumatismo craneoencefálico con hemorragia cerebral que le provocó la muerte al día siguiente.

Las acusaciones indican que el procesado también quiso acabar con la vida de la madre, a la que "clavó un trozo de cristal en el lado izquierdo del cuello, la agarró de la camiseta e intentó tirarla por la ventana del balcón-mirador".

Sin embargo esta consiguió escapar quitándose la camiseta y huyó corriendo de la vivienda. A consecuencia de todo ello, la joven sufrió múltiples heridas así como una lesión psíquica de trastorno por estrés postraumático.

Por ello el Ministerio Público, además de la prisión permanente revisable, pide 9 años y 9 meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa. Entre las responsabilidades civiles reclama que indemnice a la madre y al padre de la niña con 100.000 euros a cada uno por los daños morales derivados de su muerte.

El procesado fue detenido el mismo día de los hechos y se encuentra en prisión provisional desde entonces.

El juicio se prolongará previsiblemente hasta el miércoles 12 de septiembre.