hay registros que cifran en unos 80.000 perros la población canina navarra, y entre 10.000 y 11.000 los que residen en Pamplona, centro urbano con mayor número de animales; unas cifras, no obstante, dudosas ya que “no siempre se comunican las muertes y por eso tenemos registrados perros que tienen 30 años de edad” indica Roberto Hernández, del Ayuntamiento de Pamplona. Este funcionario del área de Ecología Urbana y y Movilidad reconoce la dificultad que encuentran para controlar el censo y las cifras referidas a la población canina. La esperanza de vida de estos animales depende de la raza pero puede oscilar entre 8 y, como mucho, 20 años, explican fuentes veterinarias.

Este servicio municipal es el encargado de gestionar todo lo referente a animales de compañía en Pamplona: registro, vacunación, tramitación de expedientes sancionadores, etc. Es responsable también del Centro de Atención de Animales abierto en 1986, donde se recoge a los animales abandonados y desde donde se fomenta su adopción como única solución al abandono. “Hace unos años, pasado un tiempo sin que apareciera dueño alguno, se sacrificaban, pero ahora no”. Hay mayor sensibilidad hacia los animales.

Si el control del censo es difícil, no lo es mucho menos el de los ataques o mordeduras de perros. El testimonio de este servicio municipal puede ser válido para el conjunto de Navarra. “Nosotros -explica Hernández- contabilizamos las mordeduras que están debidamente documentadas mediante un parte policial o un parte médico. En ese caso es cuando procedemos a la observación del animal y a la valoración de su peligrosidad porque puede ser un perro que no sea de raza peligrosa pero que tenga un carácter que recomiende el uso de un bozal o considerarlo potencialmente peligroso”. No les afecta en esta labor si hay juicio, tema de seguros, etcétera.

“El número de mordeduras es difícil de cuantificar porque, además de las que ha podido tramitar la Policía Municipal en el caso de Pamplona, hay otras que proceden de otras policías (Policía Foral y Guardia Civil) o de los partes sanitarios. Los servicios sanitarios tienen la obligación de comunicar estos hechos al Instituto de Salud Pública”, añade el mismo técnico municipal.

Las cifras son discrepantes. En los últimos años, entre 2012 y 2017 se pasó de 22 a 39 por año mordeduras de perro en Pamplona, aunque también las hubo, muchas menos, de gato, animales que además de arañar pueden morder. “El año pasado hubo un pequeño repunte porque hubo 39 mordeduras de perro pero es una incidencia aleatoria. En este año en Pamplona llevamos registradas 30, número similar al del año pasado y, desde luego hay más perros”, añade Hernández.

microchip y atados, obligatorio Registrar al perro en el censo canino y con ello habilitar su microchip es obligatorio para todos los canes, así como la vacunación antirrábica a partir de 4 meses y cada dos años, que costean los propietarios. En Pamplona, identificar y vacunar cuesta este año 41 €; solo vacunar, 21 € y solo microchip, 31 €.

No registrar se considera sanción leve y está penalizada con multas de entre 60 y 150 €, mientras que no vacunar es grave y las multas son de entre 150 y 601 €. La normativa se refiere a perros pero se va a plantear también para otros animales de compañía o mascotas también en alza como gatos y hurones.