TUDELA - Carlos Cano, responsable del proyecto contra el veneno WWF España (Fondo para la Protección de la Naturaleza) deseaba ayer que el caso de Tudela, después de tantos años de investigación y de proceso judicial, termine en una “sentencia condenatoria, porque hay pruebas suficientes para ello y así que dicha condena dé a conocer la gravedad de este tipo de hechos contra la fauna. Los testigos, guardas, policías, peritos e informes se han ratificado en todo lo dicho y, si bien no hay una prueba directa, los indicios son muy contundentes”, destacó Cano, ayer presente en Tudela. El portavoz ecologista se refirió a que este caso ha sido “un buen precedente para aplicar técnicas de investigación policial a estos delitos y un ejemplo de coordinación entre el Guarderío Forestal y la Policía Foral” y recordó que la importante población de alimoches en Navarra, especie vulnerable y una de las más atacadas por el veneno, llevó al Gobierno foral a implantar un plan de lucha contra el veneno, “cuya aplicación está muy parada. Esperemos que esto sirva para reactivarlo con más investigación de campo. El veneno se sigue usando. Si no se encuentra es porque no se busca lo suficiente”. Por su parte, David de la Bodega, responsable del Programa Legal de Seo Birdlife, que junto a WWF y Ecologistas en Acción ejercían la acusación particular, declaró que el proceso se ha alargado tanto por las “dilaciones y recursos de las defensas” y que un ataque como este supuso “un grave impacto sobre las poblaciones de rapaces, se perdió el 10% del milano negro en la zona y el 3% de águila real. En los últimos 20 años estimamos que han muerto envenenados unos 185.000 animales lo que habla la dimensión de los cepos envenenados. Es un claro ejemplo de la grave amenaza del veneno”. - F.P-N./E.C.