PAMPLONa - La friolera de una decena de juicios con jurado que se han evitado celebrar por la proliferación de acuerdos previos ha provocado que la Dirección General de Justicia del Gobierno foral apenas haya gastado en los tres últimos años cantidades económicas del todo insignificativas que han ido destinadas a las partidas de jurados. El pasado año apenas se gastaron 660 euros, el ejercicio anterior solo fueron 103 euros y en 2016 se superaron por muy poco los 1.000 euros, por notificaciones y trámites que originan unos gastos mínimos. En años anteriores, donde era mucho más frecuente la celebración de juicios con jurado, la cantidad media de gasto de un jurado popular se situaba entre los 6.000 y los 10.000 euros de media. Es difícil estimar una cantidad aproximada debido a que el gasto depende de los días señalados de juicio y del tiempo que tarde el jurado en deliberar sobre el objeto del veredicto, es decir, las preguntas que les formula el magistrado y a las que tienen que dar respuesta.

Conviene recordar que el pasado 23 de mayo del pasado año se cumplieron 23 años de la publicación de la Ley del Tribunal del Jurado y en el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) se han celebrado desde entonces 75 juicios por este procedimiento, de los que 67 han terminado con sentencias condenatorias (el 90%) y ocho han sido absoluciones.

Además de la inseguridad jurídica que produce el someterse al escrutinio de un tribunal popular, la maquinaria de preparar una vista oral con un tribunal popular no es nada sencilla y, además, de la tarea burocrática y notificadora que exige a los funcionarios, acarrea la mencionada serie de gastos a la Administración. Por ello, este tipo de procedimiento tan complejo y que afecta a personas ajenas al sistema judicial tiene sus detractores y recelos, debido en muchas ocasiones al resultado imprevisto de sus resoluciones.

Respecto al jurado, no está de más aclarar que un ciudadano que ejerce como tal cobra un dinero diario. Apenas son unos 67 euros en concepto de dietas y por cada día de juicio los no seleccionados reciben 33,5 euros. Y durante la vista oral los jurados no viven encerrados. Bien es cierto que se les pide discreción al máximo y alejarse de las connotaciones emocionales, pero durante un juicio el que actúa como jurado puede hacer vida normal mientras discurra la vista oral. Montar un juicio con jurado que se prolongue como mínimo durante dos días supone un gasto de unos 3.000-3.500 euros. El momento del aislamiento llega a la hora de deliberar sobre el veredicto. Entonces se les aísla. En el caso de que llegue la noche y no hayan alcanzado un veredicto, se les hospeda en un hotel donde no pueden hablar del juicio. Están vigilados y pasan la noche sin contacto con el exterior. Se limitan a cenar, dormir y, al día siguiente, volver a deliberar sobre algo que seguro les habrá quitado el sueño. - E.C.