totalán (Málaga) - El dispositivo de rescate de Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el pasado 13 de enero en Totalán, Málaga, sufrió ayer un grave contratiempo al verse obligado a ensanchar el túnel vertical de 60 metros que se terminó la noche del lunes para construir desde ahí una galería horizontal que llegara al menor.

El imprevisto tuvo lugar cuando los tubos del encamisado del túnel, revestimiento fundamental para la seguridad de los mineros, no pudieron sobrepasar los 42 metros de profundidad, punto en el que el pozo se desvía, de modo que los operarios, ante el riesgo de que se pudieran quedar atascados, decidieron no bajar, como tenían previsto ayer por la mañana.

“A las 2.30 horas de la madrugada se comenzó con la operación de encamisado de la galería vertical, y a las 6.15 horas, cuando se llevaban introducidos 42 metros aparecieron unas importantes discontinuidades en las paredes”, explicó en rueda de prensa Ángel García, delegado del Colegio de Ingenieros de Málaga y coordinador del operativo, que aclaró que se trata de circunstancias “completamente habituales en este tipo de perforaciones”.

vuelta a empezar La primera perforación se preveía que durase en torno a 15 horas, pero finalmente se prolongó durante 55 debido a la dureza del terreno, tras lo que debería haberse acometido el entubamiento en un plazo de cinco a seis horas y el relleno de tierra durante dos o tres horas. Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Málaga afirmaron que sacaron los revestimientos para preservarlos en perfecto estado, así como que se llevó a cabo una reunión de emergencia donde se barajaron varias soluciones, si bien finalmente se optó por la que se consideró más segura, que consiste en cerrar el túnel paralelo rellenándolo con tierra fina para después volver a perforarlo con un diámetro mayor, operación que comenzó hacia las 21.00 horas anoche.

Cuando este túnel paralelo esté hecho, se empleará una cápsula como ascensor para los mineros, así como contenedor que puede transportar una carga de hasta 500 kilogramos.

Las mismas fuentes advirtieron de que todavía no es posible dar una estimación de tiempo, ya que el nuevo revés causará un retraso en las previsiones, que contemplaban que la Brigada de Salvamento Minero de Asturias iba a empezar el mediodía de ayer a excavar una galería horizontal de entre tres y cuatro metros que conectara el túnel con el pozo, una tarea que requiere alrededor de 24 horas y que no se sabe cuándo va a comenzar.

Para realizar la galería que conecte ambos pozos, los mineros trabajarán, en turnos de una o dos horas como máximo, en condiciones claustrofóbicas, de rodillas e incluso tumbados, usando un martillo de aire comprimido, hachas y maderas para apuntalar el conducto, ya que no descartan provocar microvoladuras con explosivos.

Una vez alcanzado el pozo donde se cree que cayó el pequeño, introducirán una cámara para llegar hasta él y ampliarán el diámetro de la galería para poder efectuar el rescate. “Primero hay que asegurarse de que está en esa posición y, a partir de ahí, hacer un trabajo que sea seguro”, relató uno de los operarios de salvamento.

“El esfuerzo es necesario y merecido”, subrayó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que afirmó que desde el primer momento han surgido dificultades, sobre todo debidas a la orografía del terreno, aunque “es obvio que se están solventando con la mayor de las profesionalidades”, ya que alabó el trabajo de la Guardia Civil, de las distintas instituciones y organismos, de los colegios oficiales y de los mineros asturianos, que darán “el último empujón para localizar y traer a Julen”.

No obstante, los ocho expertos de la Brigada afrontan la nueva excavación “animados” y “deseando trabajar para que todo esto acabe de la mejor manera posible, energía tras nueve días de intentar lograr el rescate que corroboró García. “Seguimos trabajando sin descanso, cada vez sentimos que estamos más cerca de Julen”, dijo.

acompañados en todo momento Para prepararles para el desenlace, donde se contempla tanto que Julen salga con vida como sin ella, un equipo de psicólogos, así como de familiares, amigos y Juan José Cortés -el padre de Mari Luz-, no se separa de José Roselló y Victoria García, padres del pequeño que afrontaron el nuevo revés en el rescate de su hijo con mucha preocupación. Además, la frustración en la familia aumenta a medida en que pasan los días tras la desaparición de su hijo, al que solo piensan en volver a abrazar.

En Totalán, el familiar pueblo de 700 habitantes, los padres de Julen han recibido la solidaridad de sus ciudadanos, que han volcado toda su solidaridad para apoyar a la familia y al dispositivo que lo busca, según su alcalde, Miguel Ángel Escaño.

Por su parte, Ángela Alcaide, la propietaria de la casa en la que se están alojando los padres, relató que, desde el primer momento que se enteró de la noticia, sintió la obligación de ayudar, algo que le salió “del alma” tanto a ella como a su marido, que han puesto a disposición de la familia de Julen lo “poco” que tienen.

“He hecho lo que había que hacer y ya está”, comentó, de modo que no busca “ningún protagonismo. Lo que queremos es que termine esta pesadilla”, afirmó Alcaide, que añadió que los padres “están allí como si fuera su casa, el tiempo que haga falta”. - Efe/D.N.

un juzgado abre diligencias

Declaración a los implicados. El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga abrió ayer diligencias para conocer las circunstancias exactas en las que Julen cayó al pozo el pasado día 13, cuando comenzó la investigación después de que el pequeño desapareciera. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), dicho procedimiento comienza después de haberles tomado declaración a José Roselló y Victoria García, los padres del menor; a Antonio Sánchez, quien realizó el pozo a mediados de diciembre; y al dueño de la finca, pareja de un familiar de José, así como a otras personas relacionadas con los hechos.