El trágico desenlace del rescate de Julen, cuyo cuerpo sin vida fue localizado la madrugada de ayer, deja en el tiempo que ha durado todo el operativo una coordinación y una solidaridad institucional y social sin precedentes, que se vio reflejada también en el minuto de silencio convocado por el Ayuntamiento de Málaga y que llevaron a cabo más de cien personas.

La caída del niño el pasado 13 de enero marcó el inicio de un grandísimo despliegue humano y técnico que llegó a movilizar a centenares de personas en una auténtica lucha contra el tiempo encabezada por mineros, bomberos y guardias civiles, así como a especialistas y empresas de distintos puntos de España, y también del extranjero, que no perdieron la esperanza de poder localizar con vida al niño.

Dos días después de la caída al pozo, la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, Asturias -Sergio Tuñón (el jefe), José Antonio Huerta, Rubén García, Jesús Fernández Prado, Lázaro Alves, Maudillo Suárez, Antonio Ortega y Adrián Villaroel- se desplazó a la zona para programar la excavación manual de la galería horizontal. Ese mismo día se supo que, entre otras empresas, estaba la compañía sueca que logró localizar el punto exacto donde se encontraban 33 mineros de Chile, atrapados 69 días tras el derrumbe del yacimiento. Tras días de trabajo, el sábado día 19 llegó a Totalán la cápsula metálica diseñada por el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga.

Más allá de todo el operativo técnico, el rescate rompió la calma del pequeño y tranquilo pueblo de 700 habitantes de la Axarquía malagueña, donde la solidaridad y hospitalidad de los vecinos llegó incluso a proporcionar comida y hogar a la familia de Julen. Esa solidaridad colectiva, que llegó a ser calificada por el coordinador del operativo como una ingente obra de ingeniería humanitaria, seguramente se convierta en el mejor legado de Julen.

ovación a los mineros Tras el desenlace del rescate, los mineros, bomberos y guardias civiles se fundieron en abrazos. De “inmensa tristeza” fue el ambiente vivido ayer por la mañana, calificó el diputado responsable del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Francisco Delgado, que destacó la “lucha titánica contra la montaña” a la que se enfrentaron los rescatadores. La situación fue de “alivio al haberlo encontrado porque era el objetivo y el mazazo de encontrarlo muerto”, añadió Delgado.

Por su parte, los mineros asturianos fueron muy discretos en sus declaraciones, y expusieron que no son “héroes”, sino trabajadores. Afirmaron que les sorprendió la dureza del terreno en el que tuvieron que excavar una galería horizontal para conectar con el pozo en el que se encontraba el niño. Dos de ellos, Huerta y García, abandonaron un instante, ayer por la mañana, el hotel Rinconsol de Rincón de la Victoria, donde fueron aplaudidos por los vecinos y al que llegaron en la madrugada a las 5.00 horas después de completar su trabajo. A su regreso, Huerta comentó que se encontraban bien, aunque cansados, que trabajaron en turnos de hora y media, y que estaban mentalmente preparados para afrontar un trabajo de dichas características. Asimismo, en nombre de la Brigada, Tuñón dio “el pésame a la familia”, y agradeció “el respeto mostrado” estos días.

A las 20.00 horas horas de ayer, más de 136.000 personas habían firmado una petición iniciada en Change.org para otorgar el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2019 a la Brigada de Salvamento Minero de Asturias por su trabajo. - Efe/D.N.