pamplona - La acusación particular, que ejerce la abogada Leire Martin Cestao en representación de la víctima, Aingeru Zudaire, señaló ayer en la conclusión del juicio que el uso de material antidisturbios en el curso de los incidentes en los que Zudaire resultó gravemente herido “no fue necesario, ni proporcionado y contraviene cualquier protocolo policial”. La letrada no negó que durante esa mañana ocurrieran altercados en Pamplona, pero “no por ello cualquier intervención policial estaría justificada”. La acusación reseñó que el grupo de personas entre las que se encontraba Zudaire no mantenían una actitud violenta cuando los agentes disparan, bien salvas o bien pelotazos, y que por tanto “no se daban las condiciones óptimas para disparar ni era necesaria esa actuación. No podía dispararse en esa situación porque el resultado lesivo podía ser importante”.

De hecho, en un informe elaborado por la propia Policía Nacional sobre el momento de los hechos, se sitúa a los agentes a tres distancias distintas de los manifestantes en el momento en el que se efectúan esos disparos. “Señalan distancias de 12, 16 y 26 metros entre unos y otros, y cualquiera de esas distancias es menor a las que marcan los protocolos policiales, que según las manifestaciones de los mandos en el juicio son distancias orientativas pero indican que no se debe lanzar a menos de 40 metros y nunca en tiro tenso, siempre de rebote. Este agente que se ve en el paseo Sarasate efectuar disparos, sean salvas o no, los ejecuta “en línea horizontal y la dirección, como él dice, no es hacia los supuestos agresores que les podían haber arrojado objetos desde la iglesia de San Nicolás, sino al primer grupo de manifestantes que lo único que hacen, como reconoce el propio acusado, es increparles o gritar Greba Orokorra”. De lo que no cabe duda, expresó la abogada, es de que “Aingeru resultó herido por una pelota de goma, a pesar de que el acusado dice ahora que solo lanzó salvos y de que nadie reconoce haber dado orden de disparar pelotas. Pero lo cierto es que en un momento se dispararon, es evidente”. La acusación se remontó a la instrucción para recordar que entonces el acusado dijo haber disparado una pelota y que creía que era en el momento en el que se identificaba en el fotograma”. Y zanjó que el hecho de que los agentes no le vieran herido no significa que eso no pasara, como es evidente”.

En caso de que se reconozca penalmente, aún sin condena al acusado, que Zudaire perdió el ojo por un pelotazo, ello abriría el cauce para posibles responsabilidades del Estado en vía administrativa o civil. - E.C.