Joshua recuerda la heladora mañana de 2009 que le hizo famoso como si fuese ayer. Eran las 9.00 horas y se dirigía desde su casa en Buñol al restaurante en el que trabajaba en Valencia cuando le sorprendió una gran nevada. “Se juntó todo: la nieve, una furgoneta atrapada que no me dejaba ir ni hacia adelante ni hacia atrás, el frío y las llamadas de mi jefe diciéndome que fuera rápidamente al trabajo”, rememora este joven, afincado en Euskadi tras estudiar en la escuela de hostelería Aiala de Karlos Arguiñano.

Harto, decidió salir del coche y soltar las palabras que pasarían a la posteridad sin darse cuenta de que una chica estaba grabándole. No fue hasta el mediodía cuando, comiendo con sus padres, se vio en los informativos. Con las noticias de la noche, su casa ya era un hervidero de llamadas de conocidos y familiares que querían decirle que le habían visto por la televisión.

Esta fama se extrapoló a prácticamente cualquier punto del Estado pasado un tiempo en plena era de las redes sociales. Su frase ya no había salido solo en televisión, estaba en Youtube y era viral.

Fue en ese momento cuando Joshua ideó en su cabeza un proyecto con el que podría comercializar toda una serie de merchandising que incluyese su célebre frase. Sin embargo, las clases en la escuela de Arguiñano le impidieron avanzar con su idea hasta octubre del pasado año, momento en el que por fin pudo quitarse “la espina que tenía clavada desde hacía tiempo” y sacar a la luz su página web.

En www.palanteno.com, cualquier persona puede hacerse con una camiseta, una sudadera, una gorra o un babero con la conocida frase y recibirla dos días después en casa “como si fuera Amazon”.

La frase está acompañada por el dibujo de una mesa que el propio Joshua ha diseñado y cada ropa está creada a partir de material ecológico, uno de sus grandes intereses.

La oferta de productos se complementa con una placa metálica para colocar en los vehículos -“la idea es que la gente la ponga en la parte de atrás y así el que va justo después puede leer el Tira p’alante”- y unas piparras elaboradas por el mismísimo protagonista de la grabación viral.

Además, la página web cuenta con una pestaña dedicada a “la gran familia”. Es decir, a todos aquellos clientes que se fotografían con sus productos o se graban imitando el popular vídeo.

un suvenir y una franquicia La acogida del proyecto en sus primeros meses de vida ha sido muy positiva y prueba de ello es que mucha gente se decanta por un kit especial que incluye los principales productos del catálogo.

Ahora, tras conseguir “lo más complicado, que era arrancar”, los planes a futuro de este joven son prácticamente ilimitados.

Siguiendo la senda ecológica de la ropa, Joshua confía en diseñar una cama construida con plástico reciclado y que actúe como “una especie de suvenir”. La mesa estaría acompañada por unos altavoces que pondrían en bucle el audio de los 18 segundos del vídeo.

“Me gustaría que todos los diseños futuros tuvieran que ver con la mesa y no con la frase. Sé que es difícil, pero me gustaría que la gente lo asociara solo con el dibujo”, cuenta.

El joven ha realizado además varios cursos de marketing para prepararse ante el que sería su mayor reto: crear una franquicia de restaurantes en torno al vídeo.

“Son palabras mayores, pero como soy hostelero es algo que siempre he pensado y que, quien sabe, igual en el futuro se haga realidad”, añade este valenciano que ha demostrado que un atasco también puede ser una buena forma para sacar adelante un negocio.