pamplona - La cápsula endoscópica, un dispositivo con cámara de un tamaño ligeramente superior a un comprimido que sirve para estudiar el intestino delgado, es “una nueva herramienta útil y complementaria a la endoscopia convencional que permite explorar, de forma no invasiva, todo el tubo digestivo, desde la boca hasta el ano”, según recoge la tesis doctoral del médico Patxi Juanmartiñena Fernández (Pamplona, 1979), que ha defendido en la Universidad Pública de Navarra. Según su investigación, esta tecnología es capaz de “detectar, de una forma fácil y sencilla, lesiones en el esófago, el estómago y el colon, además de las propias del intestino delgado, incluso cuando algunas de ellas no habían sido detectadas con anterioridad por otros procedimientos”. “Si bien, los hallazgos obtenidos son prometedores, hay que tomarlos con cautela, ya que este dispositivo aún presenta limitaciones que deben subsanarse y, muy probablemente, pronto se corregirán. Es un complemento a la endoscopia convencional”, apunta el autor de la tesis doctoral, calificada con sobresaliente cum laude.

Hasta la aparición de la cápsula endoscópica, la accesibilidad al intestino delgado era limitada. “Antes, mediante las técnicas existentes, la gastroscopia y la colonoscopia, sólo se podían explorar unos pocos centímetros del duodeno y del íleon terminal”, recuerda Juanmartiñena. En 2001, con la aparición y posterior comercialización de esta nueva tecnología, el abordaje endoscópico del intestino delgado dejó de ser una utopía, pues permitió explorar de una forma fácil y sencilla la totalidad de este órgano, lo que se denomina enteroscopia”.

Esta nueva tecnología consta de tres elementos: la cápsula endoscópica, la grabadora y un software especial instalado en el ordenador. “La cápsula endoscópica es ligeramente mayor que un comprimido, de entre 11 y 26 milímetros, y fácil de ingerir por vía oral. Captura de dos a seis imágenes por segundo desde su activación en la boca y mantiene su función hasta que alcanza el colon o se agota la batería (10-12 horas). Las imágenes obtenidas son trasmitidas por radiofrecuencia a la grabadora que porta el paciente para ser descargadas y procesadas por un software especial en un ordenador hasta obtener el vídeo final”, afirma este médico adjunto del Servicio de Digestivo del CHN. - D.N.