Pamplona - El borrador del Plan Estratégico de Servicios Sociales de Navarra 2019-2023 apuesta por una reducción del copago que tienen que asumir los usuarios, así como por fortalecer el trabajo con las entidades sociales e intensificar las acciones dirigidas a la prevención de las problemáticas que tradicionalmente atiende el sistema.

Según explicaron en unas jornadas celebradas ayer el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y el director del Observatorio de la Realidad Social, Antidio Martínez, este Plan establece una reestructuración de los servicios sociales con un fuerte componente de trabajo intersectorial que busca llegar a todas las personas y centrar en ellas la atención, dando protagonismo a los servicios de proximidad. Así mismo, muestra una clara apuesta por la gestión de la información para ofrecer a la ciudadanía un servicio más trasparente y facilitar su evaluación y posteriores mejoras.

Retos a futuro El Plan Estratégico de Servicios Sociales tiene como fin ofrecer un nuevo modelo de servicios sociales para dar a todas las personas los cuidados y apoyos necesarios para su correcto desarrollo vital. Este texto, indicó Laparra, “da sentido y permite una orientación estratégica del conjunto del sistema” en un momento de expansión de los derechos sociales a causa del aumento de las necesidades por el envejecimiento de la población, el aumento de los flujos migratorios o el desarrollo tecnológico.

En base a esto, el plan recoge el esfuerzo realizado para el ajuste entre la demanda y la oferta así como la apuesta por la expansión de la cobertura en clave de que el sistema llegue a todas las personas de forma equitativa. En base a ello, en análisis realizado constata que la tendencia en aumento de las necesidades que, tal y como señaló Laparra, debe de ir acompañada de una mayor intensidad en las intervenciones. Una mayor carga de trabajo que se ve reflejada también en el presupuesto, estimándose un aumento del 16% entre 2019 y 2022, llegándose a esta fecha con un gasto estimado de 467,6 millones de euros.

Uno de los retos que debe afrontar Navarra en el futuro próximo, indicó Laparra, es la reordenación de la atención primaria para que esta sea más eficiente, con una mejor articulación con la atención especializada y mejores modelos de atención, potenciando la capacidad de los recursos disponibles. El impulso de la atención primaria responde a una apuesta clara por la prevención y la descentralización de la atención, fomentando los servicios de proximidad.

El consejero aludió también a la necesidad de establecer un liderazgo real de los poderes públicos en el sistema de los servicios sociales, en el que estos no sean solo de titularidad pública, sino también de gestión pública. Esto, indicó, se ha materializado ya con la creación de la fundación para la gestión directa de varios servicios sociales. Así mismo, mostró su compromiso por reducir el copago. “Los usuarios tienen que asumir parte de los costes de algunos servicios y esto puede motivar que no hagan uso de ellos”, explicó.

Otro de los objetivos marcados por Derechos Sociales es el de establecer una concepción de los servicios sociales del conocimiento y la innovación que se enmarquen dentro de las líneas de transformación social. “Debemos generar información, algo muy importante para la toma de decisiones y para que la ciudadanía conozca los problemas que hay y qué se está haciendo para solucionarlo. En definitiva, que sea consciente de lo importantes que son los servicios sociales”, consideró.

reforzar la colaboración Otra de las necesidades observadas desde el departamento y que queda recogida en este plan es la necesidad de desarrollar los espacios intersectoriales, especialmente con las áreas de Salud, Educación y Empleo, más íntimamente ligadas a las políticas sociales. En este sentido, señaló, se han implantado ya experiencias interesantes como el proyecto ERSISI.

En la línea de la colaboración, esta estrategia incide también en la conveniencia de establecer una alianza estratégica con las entidades sociales, las cuales, reconoció, “tienen una características especiales” que aportan un valor “esencial” a la atención gracias a su cercanía con las personas y al conocimiento de sus necesidades específicas. En este sentido, consideró que “Navarra es afortunada por tener un tejido amplio y plural de asociaciones que, además, son muy activas”.

Elaboración Este Plan responde a una de las medidas clave del acuerdo programático. Es toda una declaración de intenciones a futuro y el colofón a cuatro años de trabajo por parte del departamento de Derechos Sociales. Representa la filosofía que se ha seguido en esta materia, aglutinando en él muchas medidas y planes sectoriales que ya se han comenzado a poner en práctica como el II Plan integral de apoyo a la familia, la infancia y la adolescencia, el Plan estratégico de inclusión de Navarra, la Estrategia para el desarrollo de la población gitana de Navarra y el Plan de Voluntariado. A estos hay que agregar otros cuyo proceso de elaboración ha sido simultáneo a este plan, como el Plan de Discapacidad y el Proyecto de Reordenación de la Atención Primaria de Servicios Sociales en Navarra.

A este respecto Laparra explicó que prefirieron desarrollar primero los planes sectoriales, más urgentes ante la ausencia de proyección estratégica desde hacía años. Además, explicó así han podido establecer con mayor libertad las medidas más adecuadas en cada uno de los ámbitos siguiendo, eso sí, los mismos principios. Además, indicó, este proceso “ha permitido que haya habido una participación más amplia que si se hubiese hecho solo el Plan Estratégico”.

En la actualidad el borrador del Plan Estratégico de Servicios Sociales está publicado en la web de Gobierno Abierto y estará sometido a exposición pública hasta el 22 de abril.