PAMPLONA. El Gobierno de Navarra ha aprobado en su sesión de hoy, un decreto destinado a la protección a la infancia, y desarrollado por el Departamento de Derechos Sociales. A través de esta medida de carácter extraordinario, el Departamento dará respuesta al incremento de Menores Extranjeros no Acompañados (MENAs) experimentado en los dos últimos meses (79 menores entre abril y mayo), y que junto a los que ya se venían atendiendo suman un total de 173.

La llegada de menores no acompañados a nuestra comunidad forma parte de la realidad que se está viviendo también en el resto del estado, con un volumen en 2018 de 13.000 menores extranjeros no acompañados atendidos. Considerando este volumen, Navarra ha recibido un número de menores ya cercano al que le correspondería en relación a su población. En una distribución equitativa en relación a la población de las comunidades autónomas, a Navarra le corresponderían 180 menores.

Las expectativas de estos menores son, principalmente, conseguir la regularización documental, la formación y el acceso al empleo. Son, en la mayoría de los casos, menores que presentan un funcionamiento adaptado y con altos niveles de autonomía y que buscan en nuestro territorio mejorar sus condiciones de vida integrándose en la sociedad.

Gracias a las actuaciones que se están desarrollando por parte de la Subdirección de Infancia y Familia del Gobierno de Navarra, con una respuesta ágil en la movilización de nuevos recursos, se ha podido acoger adecuadamente a todos los menores que han llegado, evitando situaciones de desprotección y previniendo posibles procesos de marginalización como los que se han dado en otras Comunidades Autónomas.

El modelo de intervención que se ha aplicado, además, está orientado desde el primer momento a su plena inserción socio-laboral, con unos primeros resultados ya evidentes en las primeras actuaciones.

Características y perfil de menores extranjeros atendidos

Los menores son chicos en un 97% de los casos y un 3% chicas, con una media de edad centrada en los 16,8 años. La gran mayoría de los menores tiene más de 15 años (89%), siendo el tramo de 16-17 años (73%) el de mayor concentración, todos ellos procedentes de diferentes países de África y el Magreb.

Obligación legal

La situación de desamparo de estos menores viene determinada por la ausencia de progenitores o persona adulta con relación de parentesco que pueda hacerse cargo de su guarda y/o tutela.

La atención inmediata a los menores extranjeros no acompañados, constituye una obligación recogida en la Declaración de los Derechos de la Infancia de 1989, así como en el conjunto de la normativa nacional e internacional específica de protección a la infancia. En este sentido, la Ley Orgánica 26/2015, de 28 de julio, de Modificación del Sistema de Protección a la Infancia y Adolescencia, en su artículo 10 reconoce su derecho a la educación, a la asistencia sanitaria y a los servicios sociales. Finalmente, y como complemento de la misma, la Ley Foral 15/2005, de 5 de diciembre, de Promoción, Atención y Protección a la Infancia y Adolescencia establece que la Administración de la Comunidad Foral de Navarra es la autoridad competente, en su ámbito territorial, en materia de protección a la Infancia.

Recursos

El incremento económico implementado (tres millones de euros) tiene por objeto posibilitar el marco administrativo, así como los recursos necesarios para la puesta en marcha de una red específica de recursos de protección a la infancia, dirigidos a garantizar la atención y el acompañamiento integral a dichos menores a través de una nueva metodología de intervención que haga posible, además de la cobertura básica de sus necesidades, su inclusión en itinerarios educativos, itinerarios formativos para el desempeño de competencias laborales, así como actuaciones encaminadas a posibilitar la inmersión en la vida comunitaria a través de los espacios del ocio y el tiempo libre.

De acuerdo a estos criterios, y en colaboración con las entidades gestoras de recursos de protección a la infancia, se está desplegando una red de recursos residenciales y de medio abierto, dirigida al establecimiento de itinerarios para la mejora de las competencias lingüísticas y profesionales, y de preparación para la vida adulta teniendo en cuenta las siguientes claves:

  • Metodología adaptada a las necesidades de protección social para estos menores, caracterizadas por su proyecto migratorio.
  • Creación de contextos que permitan el mejor desarrollo de su autonomía y la integración comunitaria.
  • Flexibilidad para ajustarse a las necesidades individuales, y con atención integral temporal que permita un modelo de atención sin rupturas, entre los 16 y los 20 años.
  • Pensado para mejorar su dimensión comunitaria (conectar al/la joven con un entorno comunitario determinado, reforzando los lazos con el mismo).
  • Un modelo con una mayor sostenibilidad económica ya que supone un ahorro económico de un 25% respecto de los modelos de acogimiento residencial actuales, así como una intervención más contextualizada a las necesidades de los/as menores atendidos.

Recursos residenciales puestos en marcha

Programa de primera acogida y valoración con una capacidad de 35 plazas. Constituye la puerta de acceso al Sistema de Protección a la Infancia. Es un programa de carácter residencial, de urgencia y corta estancia. Tiene por objeto, el estudio y valoración de la situación personal, familiar y social de los/as menores atendidos, con el fin de disponer de elementos suficientes para definir la medida de protección que resulte más adecuada a las necesidades observadas; la permanencia en este programa será como máximo 45 días.

Programa de acogimiento residencial en medio abierto mediante recursos habitacionales, con una capacidad de 60 plazas. Constituye un programa residencial enmarcado en el ámbito comunitario, dirigidos a menores cuyas edades estén comprendidas entre los 16 y los 18 años. Programa establecido mediante la implementación de unidades de convivencia de cuatro-cinco menores, supervisados y acompañados en su proceso de integración social por un equipo educativo.

Programa de acogimiento residencial básico. Constituye un programa de carácter residencial con capacidad para 15 plazas, dirigido a menores cuya edad esté por debajo de los 16 años y/o su situación psicosocial precise de atención terapéutica. Programa establecido mediante la implementación de unidades de convivencia de cuatro-cinco menores, supervisados y acompañados en su proceso de integración social por un equipo educativo.

Programa de autonomía. Constituye un programa de medio abierto con capacidad para 20 plazas. Tiene por objetivo proporcionar acompañamiento y apoyo socioeducativo en medio abierto a aquellos/as mayores de 18 años, que hayan finalizado su estancia en los programas de Acogimiento Residencial e iniciado un proceso de preparación para la vida autónoma. Dicho programa consta de un servicio de supervisión y acompañamiento social, así como de una ayuda económica, en concepto de apoyo al proceso de autonomía, destinada a hacerse cargo de los gastos de alojamiento, manutención, gastos corrientes y formación.

Recursos educativos

Programa PISEP Constituye un programa formativo para menores cuyas edades estén entre 16 y 17.5 años. Está llevado a cabo en colaboración con el Departamento de Educación y tiene por objetivo la formación sociolingüística y profesional. (Los menores de 16 años acceden a la enseñanza obligatoria).

Programas de formación para el empleo. Llevados a cabo en colaboración con el Servicio Navarro de Empleo, y dirigidos a mayores de 17,5 años. Tienen por objetivo la adquisición de competencias para el acceso al empleo.

Programa de inmersión comunitaria en los espacios del ocio y tiempo libre. Programa dirigido al total de menores atendidos por el Sistema de Protección, con el objetivo de facilitar y acompañar los procesos de integración en el ámbito comunitario a través de los espacios y actividades de ocio y tiempo libre.

Así mismo, se está desarrollando una iniciativa específica con la comunidad islámica para la captación de familias de acogida que puedan dar soporte y acompañamiento a estos menores. Destacar la buena respuesta que este proyecto ha suscitado en dicha comunidad y agradecer la colaboración ofrecida para trabajar de forma conjunta en la normalización del proceso migratorio de estos menores.

Experiencia

La experiencia llevada a cabo con el Departamento de Educación, en la que 60 menores están cursando programas específicos de inserción socioeducativa y profesional (PISEP) ha sido altamente satisfactoria. 50 menores vienen formándose desde el mes de enero en operaciones auxiliares de mantenimiento de vehículos, cocina, electricidad, almacén, madera y agrojardinería. En el último mes, se ha creado un nuevo módulo en energías renovables al que se han incorporado otros 10 menores. La evaluación preliminar realizada indica que el 80% de estos menores van a alcanzar el certificado de profesionalidad, y prácticamente la totalidad de ellos declaran su intención de continuar con procesos de formación, lo que nos habla de la alta motivación de estos menores.

Su integración en el entorno social ha sido también positiva ya que en ningún caso la llegada al sistema de protección se ha realizado a través del sistema de reforma. Los menores extranjeros no acompañados, a su llegada, acuden a la policía para identificarse como menores y solicitar la acogida en el sistema de protección a la infancia.