PAMPLONA. El 81,7 % de los pacientes diagnosticados de Hepatitis C en Navarra han superado la infección y un 3 % ha iniciado ya el tratamiento, según señala el Gobierno de Navarra, que trabaja en reforzar las medidas para finalizar el tratamiento de todos los pacientes y detectar los casos ocultos.

Así lo ha puesto de manifiesto en una nota con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial de la Hepatitis, en el que el Comité Técnico de Hepatitis C del Departamento de Salud ha realizado una valoración positiva del desarrollo del Plan Nacional para el abordaje de la Hepatitis C en Navarra y ha puesto en marcha nuevas medidas para la erradicación de la infección.

Recuerda que el Plan se inició en abril de 2015, tras la llegada de los nuevos antivirales de acción directa, medicamentos que en 8 o 12 semanas curan la enfermedad en más del 97 % de los casos, evitando con ello el riesgo de desarrollar una cirrosis, padecer cáncer de hígado o necesitar un trasplante hepático y eliminando también el riesgo de trasmitir el virus a otras personas.

En este periodo, el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) ha destinado a estos fármacos más de 25 millones de euros.

En la actualidad viven en Navarra 3.850 personas con antecedentes conocidos de anticuerpos del Virus de la Hepatitis C, y en los últimos meses el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) ha llevado a cabo una exhaustiva depuración del registro de pacientes para excluir del mismo a personas que ya no están en la Comunidad Foral y a algunos pacientes que habían tenido resultados iniciales positivos y que han tenido una prueba posterior negativa.

Gracias al tratamiento o de forma natural, ya se ha podido descartar la presencia de infección activa en 3.140 pacientes (81,7 %) las personas incluidas en el registro; otros 116 (3 %) ya han iniciado el tratamiento, mientras que 366 pacientes (9,5 %) mantienen una infección activa y aún están pendientes de iniciarlo.

Además, gracias a la revisión sistemática realizada por los servicios de Epidemiología y Microbiología del SNS-O de todas las analíticas realizadas en los últimos años, se ha logrado identificar a otras 223 personas con antecedentes de anticuerpos y en cuya historia clínica no consta que se les haya realizado una determinación de viremia para conocer si mantienen una infección activa y en los que se ha iniciado una intervención proactiva.

Ya se han puesto en marcha las tres fases previstas en el plan de intervención frente a la infección que incluye también la búsqueda activa de casos ocultos.

La Organización Mundial de la Salud ha propuesto el objetivo de erradicar la infección por el VHC para 2030, y los expertos internacionales estiman que España podrá erradicar la enfermedad para el año 2024, cuando será el segundo país del mundo en hacerlo.

La hepatitis C es una infección causada por virus de la hepatitis C (VHC), que generalmente cursa de forma asintomática o con síntomas leves por lo que puede pasar desapercibida, ya que los pacientes no buscan atención médica.

Solo entre el 20 y el 30 % de los infectados con el VHC presentan síntomas (fiebre, fatiga, molestias abdominales, falta de apetito, orinas oscuras, heces claras, dolores articulares, ictericia) con elevación en el suero de las transaminasas (GOT, GPT).

Sin embargo algunas infecciones pueden evolucionar a enfermedad hepática crónica pudiendo terminar en una cirrosis hepática y, con menor probabilidad, en un cáncer de hígado.

Tras la infección clínica o asintomática, el ser humano desarrolla anticuerpos frente al VHC. La presencia de estos anticuerpos solamente indica que el paciente ha tenido una infección por el VHC en algún momento de su vida y no permite conocer la evolución de dicha infección.

Para saber si de verdad un paciente con anticuerpos positivos sigue infectado es necesario realizar un análisis adicional de la presencia de la llamada Carga Viral. La carga viral positiva indica una infección activa mientras que una carga viral negativa indica que la infección se ha curado de forma espontánea o mediante tratamiento.

Debido al modo de transmisión, las infecciones por el virus de la Hepatitis C en Navarra se extendieron en la década de 1980 cuando todavía no se conocía bien su agente patógeno ni la forma de controlarlo.

El virus se transmitía principalmente por exposición a sangre infectada a través de transfusiones de sangre o productos sanguíneos y trasplante de órganos de donantes no analizados (actualmente, riesgo prácticamente nulo), uso de jeringuillas contaminadas al consumir drogas por vía intravenosa, uso de inyecciones terapéuticas o material cortopunzante contaminado, realización de tatuajes o intervenciones con objetos punzantes contaminados con sangre infectada.

Las madres infectadas por el VHC también pueden transmitirlo a sus hijos durante el parto. La transmisión a través de las relaciones sexuales con personas infectadas es posible pero poco probable.

Las medidas de control adoptadas en las últimas décadas, mediante controles en transfusiones y hemoderivados, el uso obligatorio de material desechable, y la disminución del consumo de drogas inyectadas han mantenido los nuevos contagios en niveles muy bajos.

La gran mayoría de las infecciones existentes en Navarra tienen más de 20 años de evolución y en la actualidad más del 80 % ya están curadas.