donostia - El antiguo atunero Aita Mari, que permanece en el puerto de Pasaia, solicitó ayer a la Autoridad Marítima del Estado el permiso para zarpar y poder así llevar a cabo tareas “de ayuda humanitaria” en el mar Mediterráneo.

Desde el Aita Mari se señaló que las reformas reclamadas ya se han llevado a cabo en el buque, por lo que no entenderían que se no se le diera licencia para abandonar el puerto, disponiendo ya del visto bueno oportuno sobre las intervenciones efectuadas.

“No se puede dejar en puerto a un barco cuando ya tienes el certificado de haber realizado las mejoras oportunas”, señalaron desde la embarcación.

Habiendo solicitado también despacho para fondear en un puerto de Sicilia, los representantes del Aita Mari expresaron su interés por “cumplir estrictamente con lo que estipula la Ley”, que contempla la obligación de “prestar atención a un barco si se halla en situación de riesgo”.

El buque de la ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) confía, logrado el permiso para zarpar, en poder colaborar “en la situación de emergencia que se da en el marco del Mare Nostrum”.

Así las cosas, el Aita Mari, en el caso de que “la respuesta sea positiva” y llegue el permiso, podría salir a la mar de forma inmediata: “Lo que se tarde en pertrechar al barco de comida y ultimar detalles”, algo que podría ser realidad para “el martes o miércoles” de la semana próxima.

La embarcación guipuzcoana, que en su última singladura llevó un cargamento de emergencia a las islas de Quios y Lesbos, anunció ya hace varias semanas que estaba preparado para zarpar tras haber realizado las reformas necesarias que le permitían garantizar que no existía escollo alguno a nivel técnico, mecánico, ni humano, habiendo incluso incorporado importantes mejoras, como las realizadas en la cocina y en la enfermería, que está ya equipada como una UVI móvil.

Entre las mejora efectuadas se halla también la incorporación de un equipo de desalinización que le permite incrementar su reserva de agua potable, objetivo al que también contribuye el hecho de haber transformado los viveros del barco en depósitos de agua potable.

En su último viaje el Aita Mari constató “la ausencia de una misión en el mar de búsqueda y rescate comandada por la UE”. “Los hechos de los últimos meses han demostrado que esta política genera sufrimiento extra en el viaje migratorio”, apuntaron desde SMH.

situación insostenible Salvamento Marítimo Humanitario, en la misión llevada a cabo en la isla griega de Quios, ha sido testigo “durante todo el verano de un repunte importante de llegadas de pateras desde Turquía”.

En 2019, recordaron los representantes de esta ONG, “más de 3.000 personas se han jugado la vida en el mar por alcanzar suelo europeo a través de esa ruta”, una cifra que es un 52% mayor que la del pasado año.

La situación en el campo de refugiados de Vial, donde SMH tiene una clínica de asistencia primaria, es “insostenible”, ya que un importante número de las 3.000 personas que allí permanecen “duermen cada noche al raso”.

Las cifras en el resto de los asentamientos del mar Egeo, subrayan desde SMH, “recuerdan a la peor época de la crisis humanitaria”, siendo sin duda alguna el dato más duro y descarnado el de las 928 personas que han perdido la vida en el mar en lo que va de año.