madrid - Las lluvias torrenciales que desde el jueves azotan el sureste español se han cobrado ya cinco víctimas mortales y han provocado la evacuación de al menos 3.500 personas, el desbordamiento del río Segura en varias zonas y graves destrozos y pérdidas económicas.

El temporal ha obligado al cierre de más de 80 carreteras (11 de ellas de la red principal) en las provincias de Valencia, Alicante, Murcia, Almería y Albacete; a interrumpir la circulación ferroviaria en Murcia y parcialmente en Valencia y a suspender el tráfico aéreo en Almería y Murcia.

Con precipitaciones que han superado los 400 litros por metro cuadrado en 48 horas en localidades como Orihuela, las riadas han afectado a amplias zonas de las provincias de Murcia, Alicante, Valencia y Almería.

Aunque se espera que en todo el arco mediterráneo las lluvias torrenciales comiencen a remitir, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que este fin de semana se extiendan a gran parte del país, si bien más debilitadas.

Las consecuencias más graves de la gota fría son hasta el momento la muerte de cuatro personas atrapadas en sus coches: unos hermanos en Caudete (Albacete) el jueves y tres personas ayer en Almería, en Baza (Granada) y en Orihuela (Alicante).

La Policía trabaja ahora en la identificación del fallecido en la rambla de Baza para poder confirmar si se trata del hombre de 36 años, residente en el anejo de La Jámula, cuya familia había denunciado su desaparición. Asimismo, un vecino de Totana (Murcia) tuvo que ser rescatado tras quedar atrapado en su vehículo en el Camino de Juan Teresa en su intersección con el río Guadalentín, que acumula un caudal importante.

A los familiares de las víctimas y a los cientos de miles de afectados por las fuertes lluvias transmitieron su solidaridad en nombre del Gobierno la portavoz del Ejecutivo en funciones, Isabel Celaá, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El ministro pidió que se reduzcan al máximo posible los desplazamientos y, sobre todo, hizo un llamamiento a la población a que se mantenga informada de las previsiones meteorológicas y atienda a las recomendaciones de las autoridades.

Marlaska aprovechó para lanzar un mensaje de tranquilidad a la población antes de reiterar que España cuenta con un sistema “bien preparado para atender emergencias” y de agradecer a los efectivos de la UME, de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de Cruz Roja, Protección Civil y voluntarios el trabajo que están realizando. A petición de la dirección general de Protección Civil, se ha activado también el servicio de emergencias del sistema europeo de satélites Corpernicus para contar con información detallada de las zonas afectadas y facilitar los trabajos en marcha.

consejos Protección Civil ha publicado una serie de recomendaciones a tener en cuenta con estas condiciones meteorológicas, entre ellas no utilizar el vehículo en zonas inundables, transitar por vías principales y, si nos sorprende una riada, salir del coche y dirigirnos a zonas elevadas. En cualquier caso, “la serenidad es tu mejor aliada”, según las instituciones.

Los bomberos piden calma y detallan que, si es necesario coger el vehículo, hay que ajustar la velocidad y la distancia con otros coches. Si la lluvia arrecia y perdemos visibilidad y seguridad al volante, debemos pensar que lo mejor es estar en un punto alto: es el momento de parar en un lugar elevado.

Hay que tener en cuenta que cuando se acumulan unos 20 ó 30 centímetros de agua, a la altura de media rueda, el vehículo ya no circula correctamente y se puede empezar a desplazar sin rumbo, según los bomberos, que insisten en que hay que detener el coche, bajarse y dirigirse a un lugar alto. Hay que pararse a pensar y no parar debajo un puente o en zonas bajas, y si el agua empieza a entrar en el vehículo el objetivo será parar y salir bajando las ventanillas.

“En contra del impulso que puede llevarnos a mantener cerradas las ventanillas, para evitar que entre el agua, hay que bajarlas porque llegaría un momento en que no podríamos abrirlas. Se tienen que abrir todas junto a las que haya pasajeros y salir por ellas, agarrándonos bien, hasta el techo del coche”, relatan.

Protección Civil advierte además de que se debe de guardar los objetos de valor, documentos importantes y productos tóxicos en lugares a los que no pueda llegar el agua.

Es recomendable poner a salvo los medicamentos habituales, pilas y agua embotellada, así como enseñar a los niños a llamar al 112, fijar un punto de encuentro si la riada sorprende a la familia separada, y recordar cerrar el agua, el gas y la electricidad. No hay que bajar al sótano ni entrar en casa tras la riada si el suelo está inundado. En el campo hay que alejarse de ríos, torrentes y zonas bajas, subraya Protección Civil. - Efe/D.N.