Pontevedra - Dos de las tres víctimas del crimen machista perpetrado en Valga (Pontevedra), la madre y la hermana de la expareja del asesino confeso, no figurarán en las estadísticas oficiales de los asesinatos de violencia de género.

A pesar de que el registro de las víctimas indirectas de la violencia machista es una medida recogida en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se trata de una de las actuaciones que no se han completado, si bien está “en proceso”, es decir, que han empezado a darse pasos para su puesta en marcha.

Sandra es la víctima mortal número 41 de la violencia machista en 2019, la número 1.016 desde que empezaran a registrarse las estadísticas en enero de 2003.

Sin embargo, ni su madre ni su hermana constarán en los registros oficiales a pesar de que el Parlamento aprobó que así debía ser al recoger esta medida en el Pacto de Estado.

Esta actuación iría encaminada a “visibilizar a las víctimas indirectas de violencia contra las mujeres: familiares, amigas y amigos y entorno más íntimo de la mujer que también sufren la violencia machista”.

Y esa visibilidad debería hacerse, continúa el texto del Pacto, “recogiéndolo en las estadísticas oficiales para conocer la magnitud real del problema, previa determinación de los indicadores que deben utilizarse”.

En la actualidad, solo forman parte de las estadísticas de violencia machista las mujeres asesinadas por sus parejas (desde 2003) o exparejas y los menores (que comenzaron a contabilizarse desde 2013).

“Cuando se produce este tipo de caso hay que hacer una clarificación estadística. Efectivamente no computan dentro de las estadísticas de la ley 1/2004 (de violencia de género). (...) Cada vez hay más organizaciones que están recogiendo lo que se llaman víctimas colaterales de violencia de género”, explica la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto. - Efe