PAMPLONA - El magistrado presidente del jurado del crimen de Tudela decretó ayer el ingreso en prisión de la única condenada por el homicidio de Wilson Alejandro Yanza Heredia que estaba en libertad, Rozilene de Fátima Camargo, al considerar que podría existir un riesgo de fuga después del veredicto de culpabilidad alcanzado por el jurado y de que el fiscal y la acusación particular pidieran para ella 10 y 13 años de cárcel, respectivamente. La joven, sobrina de la esposa de la víctima, ingresó ayer mismo en el centro penitenciario de Pamplona, donde ya se encontraban los otros dos condenados, Irene de Fátima Sabino y Ronaldo Dias Camargo.

El ingreso en prisión inmediato de la joven fue solicitado el miércoles por el Ministerio Fiscal y por la acusación particular, tras la lectura del veredicto de culpabilidad de los tres condenados, alegando que podría existir riesgo de fuga, petición a la que se opusieron las defensas. Tras la vista señalada ayer, el magistrado de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial dictó el auto de ingreso en prisión destacando que las circunstancias de la joven habían cambiado con su culpabilidad y con las penas que se le podrían imponer en la sentencia.

Los cinco hombres y las cuatro mujeres que integraban el jurado declararon culpables de un delito de homicidio a los tres acusados por la muerte de Wilson Alejandro Yanza Heredia, de 33 años y natural de Ecuador, quien murió estrangulado el 2 de noviembre de 2016. El jurado declaró probado que, “siguiendo el plan urdido”, Ronaldo Dias Camargo, aprovechando que la víctima estaba en pie, le agarró fuertemente por la espalda y le oprimió el cuello entre 2 y 5 minutos. Durante esa acción, las otras dos acusadas se encontraban presentes “sin hacer nada por evitarla”.

A continuación, introdujeron el cuerpo en un vehículo con el que se dirigieron por carreteras secundarias y caminos hasta una explanada de gravilla a orillas del río Ebro, en el municipio de Castejón, en donde arrojaron el cadáver al río. El jurado estimó una circunstancia atenuante para Rozilene de Fátima Camargo, ya que al ocurrir los hechos presentaba un trastorno mixto de personalidad.