Pamplona - Belén hija de una mujer con alzhéimer y miembro de la Asociación de Familiares de enfermos de Alzhéimer de Navarra (Afan), confiesa que cuando a su madre le diagnosticaron la enfermedad, “me vino el mundo encima”. Después de aquella primera reacción “me di cuenta de que debía seguir adelante y hay que hacerlo de la forma más positiva posible”. Para seguir por ese camino de “positivismo”, Belén destaca que la clave está en “reírme y ella también se ríe un montón”.

Pasar tiempo con su madre también se ha convertido en una pieza clave para afrontar la enfermedad. “Me dedico a escuchar música con ella. Realizamos en compañía una actividad que antes hacía en solitario”. Por otro lado, confiesa que la enfermedad también “tiene sus cosas buenas”. - A.J.